Enrique Piñeyro, el hombre que intentó evitar el accidente aéreo de Lapa (1999) y que ahora usa un avión para su show

Enrique Piñeyro, show Volar es humano, aterrizar es divino
Enrique Piñeyro, show Volar es humano, aterrizar es divino - ENRIQUE PIÑEYROE - Archivo

Actualizado: lunes, 30 septiembre 2019 16:41

   MADRID, 12 Sep. (CHANCE) -

Entre toda la cartelera de esta temporada se encuentra un espectáculo único y diferente durante este 13, 14 y 15 de septiembre para no perderse, Volar es humano, aterrizar es divino protagonizado por Enrique Piñeyro. Este espectáculo regresa a Madrid tras agotar las localidades para sus dos shows en los Teatros del Canal en octubre de 2018, en Bilbao en 2019 y completar su quinta temporada a sala llena en el prestigioso Teatro Maipo de la calle Corrientes de Buenos Aires,

Sorprender y divertir, estas son las claves de los este espectáculo hilarante que se puede ver en la Sala Roja de los Teatros del Canal.

Piñeyro ha tenido varias ocupaciones: médico, comandante de línea aérea, actor, productor y director de cine y teatro, y recientemente cocinero a cargo del Restaurant Anchoita en Buenos Aires. Siempre ha afirmado que se hizo piloto para no volar en clase turista.

A partir de esto crea un espectáculo cómico tranquilizante para los que temen volar e inquietante para el resto. Observadas a través de una mirada aeronáutica y un ácido sentido del humor, Enrique Piñeyro muestra situaciones tragicómicas de la vida cotidiana.

En una producción nunca antes vista en un monólogo, que incluye una cabina de avión a escala real y un gran despliegue audiovisual (un conjunto de proyecciones y pantallas gigantes que se encuentran en un punto medio entre el cine y el teatro), la obra comienza recreando un vuelo de Avianca durante su aterrizaje en Nueva York.

A partir de aquí, y gracias a su experiencia como comandante de línea aérea, su formación de médico especializado en aeronáutica y sus observaciones sobre el error humano, descubre los fallos habituales en la comunicación diaria y los contrapone a la comunicación aeronáutica.

Para ello, toma ejemplos de la publicidad, la política, la educación, la justicia y la salud: "Básicamente siempre me interesaron los proyectos. De niño jugaba a ser piloto y quería volar aviones, quería volar los jet grandes que yo miraba en el aeropuerto y para volar esos jets tienes que ser piloto. Pero no es que yo quisiese hacer una carrera y llegar a ser gerente de la compañía, yo solo quería volar un avión. Y lo mismo pasó con la cocina y la medicina. Son todo cosas que me interesaban en algún momento de mi infancia y de alguna forma me propuse cumplir mis proyectos", explica este hombre tan polifacético al que le ha dado tiempo a hacer tantas cosas en su vida.

"Siento que las profesiones deberían de liberare más. Tendríamos que reapropiarnos de ellas. No es lógico que uno necesite un abogado para defenderse o que se necesite un contable para hacer una declaración de la renta; nosotros sabemos lo que hemos hecho y lo que hemos gastado. Creo que sucede lo mismo con los médicos o los arquitectos. Así que yo sentí que de alguna manera tenía que ejercer todas esas profesiones en primera persona. Obviamente si se trata de una patología grave o si no se tiene idea de construir es necesario acudir al hospital o buscar un arquitecto. Pero a veces tienes clarísimas las cosas y de ahí surgió mi idea de aprender", comenta Piñeyro.

SOBRE EL DESASTRE DE LA COLISIÓN DEL ATERRIZAJE DE LAPA HACE 20 AÑOS

Enrique Piñeyro, piloto de profesión, vivió en primera persona uno de los peores accidentes aéreos vividos: "Empecé a ver que la compañía en la que yo volaba era todo una catástrofe inminente y empecé a tener muchos problemas y terminé denunciándolos penalmente. De hecho, yo renuncio y mando una carta desligándome de todas las responsabilidades en caso de accidente, porque era tan brutal lo que estaban haciendo que no estaba dispuesto a conservar mi carrera en base a negociar la seguridad de los vuelos. Y de hecho, escribo la carta y dos meses después de mi dimisión sucede el accidente, que fue el peor accidente de la historia de Argentina. Mueren 65 personas. El avión despegó sin flaps y lo más patético es que sonó una alarma que les indicaban que no tenían flaps y los tipos se fueron igual. Esto pasó en el 1999".

Esta experiencia le trajo problemas para encontrar trabajo: "En su día, pensé en buscar otra compañía, pero esa carta fue un escándalo y no sabía si alguien me contrataría. Yo fui a Aerolíneas Argentinas cuando estaban pidiendo pilotos habilitados y duré cuarenta segundos en las entrevistas de trabajo. No querían saber nada de mí y yo no me quería ir del país para trabajar, así que lo dejé".

SUS INICIOS EN EL MUNDO DEL CINE COMO DIRECTOR

Pero Piñeyro no quería que el accidente de Lapa se quedara en los anales de Google sin más así que decidió llevarla al cine: "Quería contar la historia del accidente de la compañía en la que yo volaba Y me planteé cuál era la herramienta más eficaz para contar esa historia y comprendí que era el cine. Para ese momento yo ya había hecho tres peliculas como actor y dije 'intentémoslo'. Y lo bueno es que como no tengo ningún sentido del ridículo me animo a hacer cosas sin experiencia previa, y voy y las hago".

El hecho de que pasara sin pena ni gloria le llevó a no cejar en su empeño: "Tenía mis serias deudas sobre que se hiciera justicia sobre todo lo que pasó y dije 'por lo menos dejo la película, que va a ser el legado de esa historia'. E iba a ser complicado que alguien la tirase, porque la cantidad de pruebas que se presentaron en el juicio eran demoledoras. Al conocer el accidente me sentí tranquilo porque hice todo lo que podía y mal proque ves un avión que se va a estrella en cámara lenta y gritas por todos lados y nadie hace nada, y no solo nadie hace nada, sino que veinte años después uno de los que fue procesado es inspector de la autoridad aeronáutica, que también hay un escándalo importante con eso hoy ahora mismo. Pero es increíble lo refractarias que son algunas sociedades a generar cambios a partir de tragedias tan notorias".

El accidente de la aerolínea argentina Lapa no se quedó solo en el cine, también fue un documental: "Hice un documental después, que sí fue un estallido grande en Argentina porque pusimos cámaras ocultas en la torre de control que mostraran el descontrol, ya que la aviación civil estaba militarizada en Argentina. Hicimos ese documental y al día siguiente del estreno el Gobierno anunció que le quitaba el control a las fuerzas aéreas, lo cual también fue otro escándalo monumental. Y después filmé una película que trataba el caso de un fusilamiento en la vía pública, ya que la policía empezó a disparar a un coche que pensaban que era robado. La policía estaba vestida de civiles y el hombre del coche pensó que le iban a robar ellos (mientras que la policía pensaba que él era le ladrón) y ellos le dispararon con todo lo que tenían. El auto perdió el control porque el chico tenía un tiro en la mandíbula y en su pérdida de control atropelló a tres personas y chocó contra otros autos".

"Cuando llegó la policía le dispararon 18 tiros al auto y ocho a él y cuando vieron que se habían equivocado de persona, le tiraron una pistola, diciendo que él había sido el responsable del robo de un auto blanco, porque era la única evidencia que tenían. El chico estaba preso cuando le entregamos al Tribunal Supremo la película, con Adolfo Pérez Esquivel, el Premio Nobel de la Paz. La Corte lo tomó con evidencia, dos años después lo liberaron y en 2016 lo absolvieron. Y fue ahí cuando sentí que había terminado con el cine. O sea, filmo mucho para el show pero filmo con iPhone, nada de esa gran maquinaria y actores y actrices", comenta el artista de Volar es humano, aterrizar es divino.

Tras su crítica, evidentemente, no se congració con toda Argentina y lo peor con las instituciones: "Están muy divididas las opiniones sobre si me quieren o no en Argentina. Ese problema lo tuve cuando quise llevar a mi hijo a una escuela y no terminaban de hacer el proceso de ingreso y en un momento me dicen 'mira, esto no lo hacemos nunca, pero es que te googleamos y aunque nos gusta mucho tu trabajo, como argentino la pregunta que te hago es ¿qué pasa si no te gusta la escuela?' Y dije que no pasaba nada, 'lo saco y lo llevo a otra escuela'. ¿Qué suponían? ¿Que iba a hacer un documental sobre la escuela? No uso los documentales para hablar de cuestiones personales o comerciales, aunque las comerciales me tienten", aclara este humorista.

"Tras el cine entro en una importante crisis vocacional y la resuelvo parcialmente con el teatro, haciendo este show que es una mezcla de cine, de teatro, de aviación. Pero tenía una crisis y yo decía que estaba cursando mi segunda adolescencia y el show no me llenaba, porque son pocos días por año. Así que desemboco en la cocina y en la aviación de vuelta", recuerda Piñeyro.

ENRIQUE PIÑEYRO Y SU AMOR POR LA COCINA

Del cine y la producción a cocinar por un precio simbólico: "Empecé a tener fascinación por la cocina a los siete años, cuando abrí un huevo crudo y vi esa yema y esa clara viscosa y repugnante y ver que mediante el calor eso se convertía en una cosa maravillosa, como es el huevo frito, me pareció magia. Y fue ahí cuando empecé a cocinar, porque además en mi casa paterna se comía muy mal. Era complicado sobrevivir ahí y había que cocinar si uno quería vivir", comenta graciosamente este argentino nacido en Italia.

Piñeyro acabó con un gran restuarante: "Entonces de ahí salió la idea de hacer un restaurante experimental, de tres mesas. Yo cocino lo que estoy experimentando, ustedes comen y pagan algo simbólico, como diez o veinte euros, y se quedan ahí calladitos y no fastidian porque si no, les pongo a pelar cebollas. Y si sale mal yo pago la pizza. No sé como terminé en un restaurante de 72 cubiertos, pero me divierto mucho".

ENRIQUE PIÑEYRO Y EL INICIO DE UNA ONG

No hace mucho tiempo, el filántropo acompañó como productor a un documentalista que estaba rodando en Somalia. Allí, descubrió que los aviones debían de aterrizar y despegar con riguroso cuidado, ya que los terroristas atentaban contra los aviones, sin importarles que fuesen ONGs con ayuda humanitaria. Piñeyro se enteró poco después de que las aerolíneas encargadas de llevar a cabo los viajes no eran las más recomendadas para tratar la situación del país: "Todos esos vuelos, para las ONG que dan ayuda humanitaria, para las organizaciones que se meten en lugares hostiles o requieren cierta gestión de riesgo, eran tierra de nadie, compañías eslovacas con pilotos rusos que encima cobran carísimo. Y eso no podía dejarse a la suerte. Entonces pensé en hacer una ONG que volara para ONGs al costo y que los pilotos hiciesen los vuelos voluntariamente. Los primeros vuelos los vamos a hacer para una ONG italiana que tiene un hospital en Sudán y después veremos como continuamos. Es un espacio de aviación que no está cubierto adecuadamente y profesionalmente".

SE PUEDE HACER REALIDAD EL AYUDAR A ONG EN LAS ZONAS MÁS NECESITADAS

Pero, ¿quién cubre estos vuelos para ONG solidarias?: "Suelen ser pilotos cerca de retirarse o ya retirados, y que cuentan con muchísimas experiencia. La ONG se llama Solidaire". Enrique a sus 63 años, va a terminar su curso de pilotaje para poder volar aviones Boeing 7-37 y ayudar en la ONG. Se va a gestionar como si fuera línea aérea.

Actualmente son cuatro pilotos, todos retirados o que han dejado la carrera por otros motivos: "Hay muchas ONGs que necesitan vuelos baratos y algunos vuelos serán donaciones también, sobre todo los vuelos de logísticas para catástrofes, y cualquiera que haya sido piloto tiene posibles".

ENRIQUE PIÑEYRO: "LOS AVIONES SON EL LUGAR MÁS SEGURO DEL MUNDO Y EN ELLOS SOMOS LINDOS SERES HUMANOS"

Si hiciéramos en superficie lo que hacemos en los aviones este mundo sería un lugar maravilloso. En los aviones somos lindos seres humanos, en la mayoría de los casos. El capitán es el líder de un equipo de trabajo, es una persona que sabe admitir sus errores, estamos focalizados en la tarea, estamos pensando siete pasos por delante lo que puede pasar y nunca pensamos qué puede pasar, sino cómo hacemos para evitarlo".

ENRIQUE PIÑEYRO DESTACA EL VALOR DE LAS MUJERES DENTRO DE LA AVIACIÓN Y TODO LO QUE HAN HECHO

"Y la aviación pasó de ser un lugar en el que las mujeres no volaban a empezar a volar en él y convertirse en el único lugar de la industria en el que seas hombre o mujer vas a ganar lo mismo si haces tu función. Se educó a la gente para que la gente comprendiese que las mujeres iban a volar y que eran igual de capaces que los hombres de manejar los aviones. El 100% de los accidentes en aviones son provocados por hombres, así que es bueno dejarlas volar. Dos de los aterrizajes más épicos hechos en la historia de la mujer han sido hechos con una mujer como copiloto y una mujer como capitana. A lo que voy es que es un lugar que ha podido manejar los prejuicios y generar los cambios y la educación correspondiente a esos cambios, porque hubo que cambiar muchas cabezas para que eso pasara", argumenta Enrique Piñeyro donde con su espectáculo revoluciona tanto como con esta entrevista, haciéndonos encontrar a cada uno consigo mismo.