La fatiga es una de las principales causas en las carreteras: lo importante es llegar

Es recomendable hacer varios descansos en viajes largos.
EP
Actualizado: jueves, 6 agosto 2009 13:30

Por M. J. Moreno

Da igual llegar un poco antes que un poco después, lo importante es llegar: éste debería ser el lema de cualquiera que se pone detrás del volante antes de comenzar un viaje, normalmente largo, con destino al lugar elegido para disfrutar de las merecidas vacaciones de verano. La fatiga y el cansancio se convierten en el peor enemigo de cientos de conductores que cada año se dejan la vida en la cuneta de una carretera.

Según datos del Gabinete de Estudios para la Seguridad del Automóvil de los Fabricantes de Amortiguadores (GESAFA), la acción de la fatiga es la responsable directa o indirecta de entre el 20 y el 30 por ciento de los accidentes de tráfico.

Planificar el viaje

Lo primero que recomiendan los expertos es mentalizarse de que se está a punto de comenzar un viaje largo en carretera, que implicará horas y horas dentro del automóvil. No te traces plazos fijos de tiempo para llegar al lugar de descanso porque las prisas no conducen a nada bueno. Tampoco planifiques previamente la velocidad a la que irás durante el viaje porque no sabes las diversas circunstancias que puedes encontrar en tu camino, desde los inevitables atascos veraniegos hasta una calzada en obras.

Paradas obligatorias

Tomarse un café, un bocadillo, fumarse un cigarro tranquilamente... Cualquier excusa es buena para hacer una parada en la carretera. Te permitirá dar un respiro y estirar las piernas además de cumplir con lo que los expertos recomiendan, hacer una parada de unos treinta minutos cada dos horas, aproximadamente. No olvides que permanecer detrás del volante, aunque se esté parado en un atasco, también fatiga.

Una vez que la parada sea una realidad todos los ocupantes del coche, tanto el conductor como el resto de los viajeros, deben moverse, aprovechar para caminar además de beber abundante agua o cualquier otra bebida, nunca alcohólica, para evitar la deshidratación. Tampoco está mal comer algo, siempre que sea ligero.

Síntomas de la fatiga

¿Cómo sabes que empiezas a estar fatigado? Parece una pregunta muy sencilla, casi obvia, pero en un viaje largo parece que las cosas no siempre están tan claras. Son síntomas de la fatiga el no poder concentrarse adecuadamente en el asfalto, provocando maniobras incoherentes y peligrosas para la seguridad de todos, o cuando empieza a hacerse patente la pesadez en la vista.

Cuando el parpadeo es constante, empiezas a notar un peso casi excesivo en brazos y piernas o la necesidad imperiosa de moverte en el asiento del coche para evitar cerrar los ojos, aunque sea por un seguro, son síntomas claros de que la fatiga ya ha hecho mella en el cuerpo del conductor.

Causas de la fatiga

Todo tiene un límite, incluido el tiempo que puedes pasar conduciendo de manera segura. A ello habría que sumar otra serie de causas, como las comidas pesadas, que provocan sensación de somnolencia, conducir en las horas centrales del día debido a las altas temperaturas que se registran en verano o incluso conducir muchas horas seguidas a oscuras, por la noche.

Ropa cómoda y estar descansado

Para conducir durante horas lo lógico es dejarse las mejores galas en casa y apostar por un atuendo mucho más cómodo, que no ponga trabas a tu conducción. Apuesta siempre por prendas holgadas y que no te den calor. Más importante que todo esto es haber descansado correctamente la noche anterior para evitar quedarse dormido al volante, una de las principales causas de siniestro en las carreteras españolas.

Las gafas de sol resultan ser un complemento de primera necesidad a la hora de iniciar un trayecto largo ya que cuidan la salud de los ojos y previenen al conductor de una fatiga anticipada además de las malas jugadas que la luz solar puede ocasionar en la carretera.

Cuidado con la velocidad

Cumplir la normativa establecida por ley es un requisito imprescindible para ir seguro por la carretera. No debes pasar por alto que a mayor velocidad, aunque esté dentro de los límites marcados, más fatiga produce en el conductor. Te cansarás antes y deberás hacer más descansos, por lo que aumentar la velocidad no te habrá servido de nada.

Alcohol, el viajero no invitado

No haría falta ni decirlo pero el alcohol sigue causando cientos de siniestros en las carreteras: cuando te desplaces a bordo de tu automóvil jamás permitas que una gota de alcohol arruine tus vacaciones o, quizás, tu vida.