MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) - Precisamente, un trabajo anterior de estos investigadores destacó el posible deterioro del tejido cerebral, así como el envejecimiento acelerado en viajes espaciales largos debido al efecto de los iones pesados energéticos, que no afectan a los terrícolas debido a la protección que brinda la magnetosfera global. "Si bien los viajes cortos, como los tiempos en que los astronautas viajaron a la Luna, pueden no exponerlos a este nivel de daño, la preocupación real es la lesión duradera de un viaje largo como Marte u otras misiones del espacio profundo que serían mucho más prolongadas", señala. "Cualquier alteración de este mecanismo de reemplazo conduce a un mal funcionamiento de procesos fisiológicos como la absorción de nutrientes y comienzan procesos patológicos como el cáncer", explica por su parte el doctor Albert Fornace Jr., director del NSCOR y coautor de Georgetown. Los investigadores compararon el grupo de ratones que recibieron iones pesados con aquellos ratones expuestos a rayos gamma --comparables a los rayos X--, y con un tercer grupo de control no expuesto. Los científicos descubrieron que las células intestinales en el grupo de iones pesados no absorbían adecuadamente los nutrientes y que formaban pólipos cancerosos. Aunque se administró una dosis muy baja durante el equivalente a un periodo de meses en el espacio profundo, los efectos de la radiación de iones pesados parecían ser permanentes.