Andalucía inicia un proyecto de recuperación del topillo de cabrera, en peligro crítico de extinción

Actualizado: lunes, 30 enero 2006 15:24


SEVILLA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunciaron hoy que han puesto en marcha un proyecto de investigación para conocer el estado de conservación del Topillo de Cabrera (Microtus cabrerae), su distribución en Andalucía, así como las posibles medidas correctoras que deben adoptarse para conservar y recuperar las poblaciones censadas.

En un comunicado remitido a Europa Press, la Junta informó de que esta iniciativa es fruto del convenio de colaboración suscrito entre Medio Ambiente y el CSIC y permitirá realizar un intenso muestreo de la situación del Topillo de Cabrera para conocer la distribución que tenía la especie y la que ocupa en la actualidad, caracterizando sus hábitats hoy día.

Según la nota, se trata de una especie muy exigente, que necesita una gran estabilidad para subsistir u ocupan zonas con vegetación y alimento permanentes durante todo el año. La Junta de Andalucía contribuye a este proyecto de conservación con la aportación de 48.000 euros.

El Topillo de Cabrera es un endemismo ibérico catalogado como amenazado de extinción en España (vulnerable) y Andalucía (en peligro crítico de extinción), donde tiene una distribución muy localizada y fragmentada, incluso a nivel local, por lo que en los lugares donde se encuentra ocupa áreas pequeñas y aisladas. En la península habita en las estribaciones meridionales y occidentales de los sistemas montañosos de las zonas mediterráneas.

En Andalucía se han localizado poblaciones en puntos aislados de Sierra Nevada (Granada), Sierra de Cazorla (Jaén) y zonas sólidas de las Sierras Subbéticas cordobesas. Estos animales son topillos grandes, robustos y de formas redondeadas, pudiendo alcanzar los 13 centímetros de longitud y los 60 gramos de peso.

Entre las principales amenazas de esta especie destacan determinadas prácticas ganaderas, como incendios para generar pasto y sobrepastoreo y agrícolas, como la roturación y transformación de terrenos, la desecación y la explotación de los acuíferos. El Topillo de Cabrera es muy sensible a las alteraciones del hábitat debido, sobre todo, a su aislamiento, al pequeño tamaño de sus colonias y a su estrecha dependencia de la humedad.