Egiptólogos españoles descubren en Luxor un ajuar funerario de 3.400 años de antigüedad

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 16:46


MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los yacimientos arqueológicos del antiguo Egipto siguen deparando sorprendentes descubrimientos pese a siglos de saqueos y expolios, y tras casi 200 años de investigación arqueológica organizada. Aunque sin comparación con la tumba de Tutankhamon, descubierta por Howard Carter en 1922, un equipo de egiptólogos españoles ha dado en Luxor con ajuar funerario de 3.400 años de antigüedad, en el que destacan cuatro vasos canopos con tapas de cerámica policromas con rostros humanos y piezas de un antiguo juego de mesa. El equipo ha descubierto además, en su quinta campaña de excavaciones, la entrada al vestíbulo a cielo abierto de la tumba de Djehuty, de excepcionales dimensiones.

El egiptólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Manuel Galán presentó hoy los resultados de la quinta campaña del Proyecto Djehuty de excavación arqueológica en Egipto, desarrollada este mismo año. Entre las piezas halladas destaca una colección única de objetos pertenecientes a un ajuar funerario de 3.400 años de antigüedad, descubierto en la tumba de un matrimonio de nobles del antiguo Egipto. El descubrimiento aporta además información sobre las formas de enterramiento y los gustos de la época.

El equipo de Galán ha encontrado este año, entre otros tesoros arqueológicos, cuatro vasos canopos --destinados a guardar las vísceras de los difuntos después de su momificación--, con sendas tapas policromas representando rostros humanos, así como restos del tablero y piezas de un juego de mesa que los egipcios llamaban senet, equiparable al backgamon o a la oca, y uno de los "auténticos lujos de esta campaña", según explica el investigador del CSIC.

El Proyecto Djehuty, dirigido por Galán, se desarrolla en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en la orilla occidental de Luxor (Egipto), dentro de la extensa necrópolis de la antigua Tebas. Su misión es excavar y restaurar un conjunto de tumbas de los años 1500 a 1450 a.C. Entre ellas, las de Djehuty y Hery, dos altos dignatarios de la corte que vivieron a comienzos de la dinastía XVIII.

El investigador del CSIC resume así sus impresiones de esta última campaña: "A medida que avanza la excavación y la investigación, el yacimiento se vuelve más complejo e interesante. Los hallazgos se suceden año tras año y cada vez son más sorprendentes". "El trabajo ha sido recompensado con el hallazgo de un conjunto funerario muy significativo de una época especialmente importante de la historia del antiguo Egipto", ejemplifica.

El equipo de Galán se ha centrado en esta última campaña en la excavación de tres pozos de enterramiento. En uno de ellos, de siete metros de profundidad, dividido en cuatro cámaras funerarias, se encontró buena parte del ajuar funerario de un noble que se enterró allí junto con su mujer, hace más de 3.400 años.

Las piezas se encontraban en dos de las cámaras, que conservaban gran parte del ajuar del noble, pese a haber sufrido robos en época antigua. "El conjunto revela que se trataba de un matrimonio de alto rango social y muestra la sofisticación cultural que se vivía en la capital de Egipto a mediados del siglo XV a.C.", explica el egiptólogo del CSIC.

UN TESORO ÚNICO

Las tapas de los cuatro vasos canopos, de cerámica pintada en policromía, representan sendos rostros humanos, auténticos retratos de la época y piezas únicas en el mundo por su antigüedad y su peculiar estilo. Uno de los vasos, de cerámica muy fina, conserva completa, escrita en tinta negra, una oración solicitando la protección del dios Hapy junto al nombre de su propietaria, la mujer del noble, llamada Khay. También han encontrado dos tablas de madera, procedentes de las cajas donde se guardaban los vasos, ilustradas con el dibujo de una divinidad femenina alzando los brazos.

Los ataúdes de madera del matrimonio de nobles también conservan en muy buen estado una representación de los rostros de ambos, en el caso del hombre, con incrustaciones de pasta vítrea en los ojos. Peor suerte ha corrido en los 3.400 años transcurridos desde su enterramiento un papiro escrito con capítulos del Libro de los muertos, que debía guiar a la pareja hacia la vida eterna en el más allá, del que sólo se han hallado pequeños fragmentos. La colección de restos arqueológicos hallada este año incluye bolsos y cestas de mimbre, además de cerámica de todo tipo, desde ánforas para el vino, hasta pequeños y delicados recipientes de exquisita calidad para guardar ungüentos y perfumes.

La campaña 2006 ha permitido también descubrir la entrada al vestíbulo a cielo abierto de la tumba de Djehuty. El científico del CSIC asegura que sus dimensiones, 34 metros de longitud por 7 de anchura, "lo convierten en un vestíbulo excepcional, comparado con otras tumbas de la época". "La documentación del espacio que daba entrada a esta tumba subterránea (la de Djehuty) es de gran importancia para la egiptología, debido a que en la mayor parte de los casos los investigadores han pasado por alto en sus trabajos la parte exterior del monumento funerario", precisa Galán.

Los trabajos de este año han incluido el análisis de un pequeño papiro plegado hallado en 2005. La expedición de la quinta campaña ha incluido para ello a una papiróloga, responsable de descubrir que el papiro contenía un breve texto de carácter mágico que portaban los egipcios como amuleto hacia el año 1.000 a.C., dentro de un pequeño estuche que colgaban del cuello.

NUEVOS PROYECTOS

El equipo del Proyecto Djehuty ha contado este año con egiptólogos, arqueólogos, restauradores, arquitectos, fotógrafos y dibujantes, procedentes de distintos países. Entre las incorporaciones a la quinta campaña se encuentran el geólogo especialista en medio ambientes subterráneos Sergio Sánchez, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC); la experta en momias Salima Ikram, profesora de la Universidad Americana de El Cairo; y la papiróloga Bridget Leach, conservadora jefe del Departamento de Papirología del Museo Británico de Londres.

La próxima campaña se desarrollará entre enero y febrero de 2007.

Consistirá en la excavación de dos nuevos pozos funerarios, cuyo exterior ya ha sido localizado, y completará la excavación de la cámara más interior de la tumba de Djehuty, cuyas paredes están decoradas con relieves policromados de excepcional belleza, que además documentan los distintos rituales funerarios que se practicaban en la capital del antiguo Egipto hace 3.500 años.