Un equipo del CSIC desarrolla un PVC más seguro y duradero

PVC, JUGUETES
CSIC
Actualizado: martes, 4 mayo 2010 15:36

MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha ideado una solución para anclar el PVC y evitar su salida al exterior, un estudio que, a juicio de sus investigadores, abre la puerta al desarrollo de esta clase de plastificantes más segura, duradera y no contaminante.

El trabajo, que aparece publicado en la revista 'Macromolecules', explica que la mayor parte de los objetos realizados en policloruro de vinilo (PVC), desde guantes profilácticos hasta juguetes para niños, incorporan plastificantes que permiten moldearlos fácilmente.

Hasta el momento, los más utilizados son los 'ftalatos', compuestos químicos que al cabo del tiempo migran desde el interior del PVC hasta la superficie y pueden llegar a ser cancerígenos si entran en contacto con el cuerpo humano.

El director del estudio e investigador del CSIC, Helmut Reinecke, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros (CSIC), en Madrid, contextualiza el potencial impacto económico del estudio y señala que plastificar o ablandar el PVC, que es el área donde se encuadra el trabajo, es un proceso tecnológicamente "muy relevante".

De hecho, subraya que, aparte del PVC duro que se emplea en construcción para fabricar ventanas o tuberías y que incorpora muy pocos aditivos, numerosas industrias realizan todo tipo de objetos en PVC blando. "Es especialmente significativa su presencia en el sector higiénicosanitario y en juguetería, gracias a la versatilidad de su procesado, su claridad óptica e inercia química frente a fluidos biológicos", agregó.

Así, los tubos de transfusión intravenosa, catéteres, bolsas, suelos de cocina, cortinas de baño, mordedores y un sinfín de juguetes emplean PVC plastificado en porcentajes de plastificante que llegan a veces al 50 por ciento del peso final. Es la única forma, aseguran los científicos, de plastificar el PVC de una forma económica y sencilla, pues este polímero es duro y tiene una temperatura de ablandamiento de 85 grados centígrados.

Según indica el CSIC, el desarrollo de Reinecke y su equipo logra un objetivo buscado por diversos grupos de investigación: anclar el plastificante dentro del polímero para que ambos queden unidos de forma permanente.

Este hallazgo lo han conseguido modificando la estructura de dos de los ftalatos más empleados, el diaquil ftalato (potencialmente cancerígeno) y el diaquil isoftalato. Esta intervención en la estructura de ambos compuestos químicos permite que reaccionen en contacto con el polímero y se unan químicamente de forma irreversible.