Un estudio relaciona factores genéticos y estilo de vida con el riesgo de sufrir ceguera degenerativa

Actualizado: martes, 9 enero 2007 10:00


MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

La relación entre la predisposición genética de cada individuo y su exposición a determinados factores de riesgo puede multiplicar las posibilidades de sufrir enfermedades degenerativas de la mácula que con el paso de los años pueden llegar a generar ceguera, según un reportaje del último número de 'Archives of Ophthalmology', una de las revistas médicas publicadas por la American Medical Association.

Las enfermedades degenerativas de la mácula relacionadas con el paso del tiempo pueden generar ceguera y su aparición está relacionada con factores genéticos y medioambientales, según explica este artículo, en el que se dice que los investigadores han descubierto que mutaciones en el gen de complemento al factor H (CFH) y en el gen LOC387715 --muy comunes en la población de raza blanca-- son, junto a factores como la obesidad o el tabaquismo, una de los elementos que puede modificar el riesgo de sufrir este mal.

El reportaje está basado en un informe realizado por un grupo de investigadores del Hospital de Brigham y Mujeres y la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston (Estados Unidos), donde se compararon los casos de un total de 457 hombres y mujeres con enfermedades degenerativas de la mácula sometidos a cerca de 1.000 controles con los casos de otros tantos individuos de la misma edad y sexo pero libres de este mal.

Todos los individuos formaban parte del Estudio de Salud de Enfermeras, una gran investigación realizada entre una muestra de estas trabajadoras con edades comprendidas entre los 30 y los 55 años de edad en 1976, o pertenecían a Estudio para el Seguimiento de la Salud de los Profesionales que incluía a trabajadores sanitarios de Estados Unidos con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años en 1986. Sus casos fueron examinados al iniciar sus carreras y revisados con cuestionarios cada dos años. La edad media para el diagnóstico de estas enfermedades degenerativas de la visión fue de 68,7 años.

Según este análisis, las personas sin problemas de obesidad pero propensos genéticamente a sufrir estas enfermedades por presentar dos mutaciones del gen complemento al factor H, multiplicaron por cuatro las posibilidades de sufrir esta enfermedad degenerativa en comparación con aquellas personas sin problemas de peso que no mostraban propensión genética para sufrir el mal.

Si los primeros individuos además fumaban, su riesgo de padecer ceguera era 8,69 veces superior al que deberían enfrentar los no fumadores sin predisposición genética. Asimismo, si los analizados eran obesos y presentaban dos mutaciones del citado gen, su riesgo de sufrir ceguera era 12 veces mayor que el que presentaron las personas sin problemas de obesidad y sin anomalías genéticas.

Para los portadores de mutaciones del gen LOC387715, el riesgo se incrementaba 6,33 veces en relación con aquellas personas que portando esta alteración genética, aseguraban no fumar y creció 22,47 veces en comparación con aquellos que con el mismo mapa genético, se declararon no fumadores.

El trabajo demostró que estos riesgos genéticos no estaban condicionados por otros factores de riesgo asociados a la enfermedad tales como el uso regular de aspirinas, la ingesta de fruta o el consumo de alcohol.