La evolución fue impulsada principalmente por los músculos

Cráneo De Un Neandertal
REUTERS/NIKOLA SOLIC
Actualizado: lunes, 15 octubre 2012 23:27

MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

La medida más común de la inteligencia en los animales, el tamaño del cerebro en relación al tamaño del cuerpo, puede no ser tan dependiente de la selección evolutiva del cerebro como se pensaba anteriormente. Así, de acuerdo con un nuevo estudio, publicado en 'PNAS', el factor más importante para determinar el tamaño relativo del cerebro es, a menudo, la presión evolutiva del tamaño del cuerpo.

El tamaño del cerebro en relación al tamaño del cuerpo ha sido utilizado para predecir la inteligencia de un animal. Por ejemplo, a pesar de que el cerebro humano no es el más grande del reino animal en términos de volumen o masa, es excepcionalmente grande considerando nuestra moderada masa corporal.

Ahora, el nuevo trabajo, realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Londres, la Universidad de Konstanz, y el Instituto Max Planck de Ornitología, ha observado que la relación entre los dos rasgos es impulsada por diferentes mecanismos evolutivos en diferentes animales.

Fundamentalmente, los investigadores han descubierto que el factor más importante para determinar el tamaño relativo del cerebro es, a menudo, la presión evolutiva del tamaño del cuerpo, y no el tamaño del cerebro.

Por ejemplo, la historia evolutiva de los murciélagos revela que el tamaño de su cuerpo disminuye mucho más rápido que el tamaño del cerebro, dando lugar a un aumento en el tamaño relativo del cerebro. Como resultado, los murciélagos pequeños han sido capaces de desarrollar una maniobrabilidad mejorada al volar manteniendo su capacidad mental para alimentarse en entornos abarrotados. Esto muestra que el tamaño relativo del cerebro no se puede utilizar de manera inequívoca como prueba de selección para la inteligencia.

El autor principal del estudio, Jeroen Smaers, ha señalado que "al utilizar el tamaño del cerebro en relación con el tamaño corporal como medida de inteligencia, la hipótesis ha sido siempre que esta medida está impulsada principalmente por los cambios en el tamaño del cerebro. Sin embargo, ahora parece que la relación entre los cambios en el tamaño del cerebro y el cuerpo de los animales es más complejo de lo que se ha asumido desde hace tiempo. Así, los cambios en el tamaño del cuerpo a menudo se producen independientemente de los cambios en el tamaño del cerebro, y viceversa".

Los investigadores reunieron datos sobre la masa del cerebro y el cuerpo de cientos de murciélagos, carnívoros y primates modernos y extintos. Luego, trazaron la evolución del cerebro y el tamaño del cuerpo a través del tiempo, para cada especie. A través de millones de años, el cuerpo de la mayoría de animales creció más rápido que el tamaño del cerebro, con la excepción de los murciélagos. Por otro lado, en los primates la evolución ha adoptado cambios más fuertemente asociados con el tamaño del cuerpo, en lugar de con el tamaño del cerebro y la cognición.

Teniendo en cuenta estos datos, los autores consideran que la interpretación predominante del tamaño relativo del cerebro como consecuencia de la selección de la inteligencia enmascara la influencia del tamaño del cuerpo en la selección evolutiva.