Un experto destaca los efectos nocivos del ozono en algunos cultivos propios del área mediterránea

Actualizado: sábado, 24 junio 2006 0:30


PAMPLONA, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ozono produce una serie de alteraciones fisiológicas y bioquímicas que determinan la pérdida de productividad de la parte comercial de la planta, principalmente en los cultivos propios del área mediterránea, señaló hoy Benjamín Sánchez Jimeno, investigador titular del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).

Sánchez Jimeno intervino hoy en la jornada sobre el ozono organizada por el Gobierno de Navarra y celebrada en el departamento de Medio Ambiente. En su ponencia, dirigida al sector agrícola, destacó que este gas puede provocar en los cultivos diversos efectos directos e indirectos. Los directos se manifiestan de forma "muy visible", apuntó.

Sánchez Jimeno explicó que, dependiendo de la especie de que se trate, se pueden producir grandes pérdidas en las concentraciones ambientales de ozono que se registran en el área mediterránea (de 0 a 40%), especialmente en el trigo y otros cultivos hortícolas.

Asimismo, el ozono experimental puede inducir una mayor sensibilización frente a los patógenos, tales como los virus. En este caso, las pérdidas de producción pueden llegar a ser "más notables", puntualizó. Sin embargo, señaló que estas interacciones son "muy difíciles de demostrar en campo".

En lo que respecta a las especies pascícolas, el experto indicó que, en general, las leguminosas son más sensibles al ozono que las gramíneas. De esta forma, las leguminosas de los pastos secos mediterráneos parecen tener una gran sensibilidad a este gas, ya que altera su crecimiento, su reparto de biomasa entre raíz y tallo, su calidad nutritiva y su producción de semillas.

El objetivo de esta jornada sobre el ozono es facilitar información a los ciudadanos sobre sus efectos en la salud pública y los cultivos agrícolas. El acto se inscribe dentro de la campaña informativa sobre este gas, presente en la atmósfera, iniciada el pasado mes.

Por su parte, Jesús Miguel Santamaría, profesor adscrito al departamento de Química de la Universidad de Navarra, destacó que, ante la emisión de ozono, hay umbrales de protección humana y en Navarra, con la ola de calor de hace dos semanas, se superaron los niveles de información permitidos, pero "no existe riesgo para la población".

INFORMACIÓN A LA POBLACIÓN

En la actualidad, todas las personas que lo deseen pueden obtener información sobre el ozono en tiempo real a través del teléfono local 012-Infolocal o vía SMS, a través del teléfono móvil para lo que previamente hay que suscribirse a este servicio. Además, el Gobierno de Navarra mantiene una página web sobre la calidad del aire en Navarra (http://calidaddelaire.navarra.es), en la que se ofrecen diariamente los datos recogidos por las ocho estaciones de control del aire ubicadas en la Comunidad Foral (Alsasua; Arguedas; Funes; Iturrama, Plaza de la Cruz y Rochapea en Pamplona; Sangüesa; y Tudela)

El ozono es un gas incoloro formado por tres átomos de oxígeno, de olor irritante y muy reactivo. Sus efectos pueden ser nocivos o beneficiosos, según sea la posición que ocupa en la atmósfera. El ozono también se puede generar por causas naturales, incluyendo las descargas eléctricas (tormentas) y las emisiones procedentes de los suelos y la vegetación.

Puesto que la formación de ozono es un proceso fotoquímico, las máximas concentraciones se registran durante los meses de primavera y verano, periodo en que las condiciones climáticas favorecen su génesis: mucho sol y elevadas temperaturas. Asimismo, los niveles de ozono suelen ser mayores en las zonas rurales (áreas más limpias), ya que en los entornos urbanos predominan los contaminantes que destruyen el ozono. En el caso de Navarra, las concentraciones de ozono serán mayores en las zonas rurales de la Ribera.

En cuanto a los efectos del ozono en la salud, puede causar ligeras irritaciones en las mucosas del sistema respiratorio que provocan tos y sequedad de garganta. En concentraciones mayores puede provocar un empeoramiento de la función pulmonar, malestar general, dolor de cabeza, disminución del rendimiento, fatiga, mareos, etc.