La mitad de los cuidadores de personas con daño cerebral padece problemas musculares y de huesos, según un estudio

Actualizado: viernes, 3 marzo 2006 11:00


PAMPLONA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Cerca de un 50% de las personas que cuidan a personas con daño cerebral sufren problemas musculares y dolores de huesos por las tareas de atención al enfermo, según un estudio elaborado por la Asociación Daño Cerebral de Navarra (ADACEN).

El perfil de la persona cuidadora es el de una mujer (89% de los casos), mayor de 60 años (47%) que suele ser pareja o madre de la persona afectada y que lleva más de cinco años haciéndose cargo de su familiar. En Navarra se dan 3.000 casos de daño cerebral por cada 100.000 habitantes, por lo que se estima la presencia de unos 15.000 enfermos de estas características en la Comunidad foral.

Las tareas que mayor dificultad entrañan para los cuidadores son las relacionadas con la movilidad y los cambios de postura del paciente y provocan en un 49 por ciento de los cuidadores problemas musculares, y en un 45 por ciento de los casos dolores en los huesos.

Junto con estas dolencias también suelen aparecer mareos y problemas de estómago.

El objetivo de este estudio era conocer cómo afecta la atención a un paciente con daño cerebral al entorno familiar y a su calidad de vida. Los cuidadores revindican como principales necesidades la libertad y autonomía en la toma de decisiones sobre su proyecto personal, el acceso a un empleo remunerado y la garantía de mantener cubiertas las actividades de la vida diaria y las emocionales.

A partir de la aparición del daño cerebral en un familiar, el cuidador sufre alteraciones emocionales. Entre ellas, las más frecuentes son la tristeza, en el 35,7% de los casos, y la soledad, en el 28,6%.

Según se desprende del estudio, el 48,5% de las cuidadoras no compara su labor con nadie y en el 47% de los casos dedican más de 8 horas diarias al cuidado del enfermo.

Ante estos datos, el presidente de ADACEN, José Luis Herrera Zubeldia, demandó un mayor reconocimiento para la labor que desempeñan los familiares y apuntó que "se aprecia casi que los propios cuidadores están superando una situación más difícil que los enfermos, aunque el paciente sea el principal afectado".

Entre los encuestados, el 30,4% cree que la ayuda emocional que recibe es muy insuficiente y el 30% considera que la ayuda económica también es muy insuficiente. Además, desde el momento en que una persona sufre el daño cerebral, los conflictos laborales empeoran en un 30% de los casos, y las relaciones sexuales, en un 46%.

Las familias con un miembro con daño cerebral pueden acudir a los servicios públicos que ofrecen el Servicio Navarro de Salud, que cubre la fase aguda y la de rehabilitación; el Instituto Navarro de Bienestar Social, que proporciona subvenciones; la dirección general de Bienestar Social, que concede ayudas para proyectos de investigación; y el Servicio Navarro de Empleo, que gestiona ayudas para personas con discapacidades.