El Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) dedicará esta semana al oso pardo, especie en grave peligro de extinción

Actualizado: lunes, 6 febrero 2006 15:38


MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) dedicará esta semana al oso pardo, con motivo de la presentación por parte de la UNESCO de la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014). La Semana del oso pardo, una especie en grave peligro de extinción, incluye un conjunto de actividades divulgativas que se desarrollarán del 7 al 12 de febrero y que están destinadas al alumnado de Educación Primaria, y a niños de 5 a 12 años acompañados por sus familias.

Las actividades se agrupan en el taller 'Nuestros osos' que impartirá la coordinadora del 'Proyecto Huella' de Educación Ambiental dentro de la Fundación Oso Pardo, María Antonia Santa María. El taller inicia con un documental que describe el hábitat del oso pardo, su alimentación, hibernación, reproducción y vida social.

Una vez que el alumnado haya entrado en contacto con esta especie tan emblemática, se realizará una práctica de rastreo de huellas de oso, gato montés, ciervo, corzo, jabalí, zorro, vaca y perro, a través de una ruta simulada por las instalaciones del museo. También se realizará una cartografía de la ubicación del oso pardo en España a través de un póster y pegatinas.

Para introducir este taller, el Museo ha organizado la conferencia 'El oso pardo: problemas y estrategias de conservación', que impartirá el director de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, el próximo 7 de febrero. "En España viven algunas de las poblaciones de oso pardo más amenazadas del mundo. Nuestros osos están en peligro de extinción y al igual que otras muchas poblaciones de oso pardo se enfrentan a amenazas como la muerte de ejemplares causada por personas y la pérdida y fragmentación de su hábitat. Pero a pesar de que las amenazas persisten, en la Cordillera Cantábrica aumenta el censo de osos", explica Palomero.

En España, junto a Italia, Francia y algunos países asiáticos viven las poblaciones de osos pardos más amenazadas del mundo. La trascendencia que tendría la extinción de los osos españoles se agrava si se tienen en cuenta que son los únicos representantes puros de una de las tres líneas evolutivas del oso pardo en Europa y de las cinco que parecen existir en el mundo. Las amenazas más importantes son el ser humano, la pérdida y fragmentación del hábitat y el escaso número de osos cantábricos, que facilita que ocurra la extinción como resultado del azar.

Las poblaciones cantábricas de osos ocupan un área de cerca de 5.000 kilómetros cuadrados (km2), aunque aparecen localizaciones de ejemplares erráticos que ampliarían el área hasta cerca de 7.000 km2.

Existen dos poblaciones que se consideran genéticamente incomunicadas: la población occidental, con un censo superior a los 80 a 100 ejemplares y una tendencia a la recuperación, abarca 2.600 km2 y se extiende por Castilla y León, Galicia y Asturias, que posee cerca del 70 por ciento de la superficie.

Por su parte, la población oriental tiene un censo estimado entre 25 a 30 ejemplares con escasísima reproducción y más del doble de machos que hembras; la tendencia poblacional está estabilizada, y su futuro está gravemente amenazado. Esta población se extiende por 2.480 km2 y afecta a Castilla y León, Cantabria y Asturias; en torno al 85 por ciento de la superficie ocupada pertenece a Castilla y León.

En 1999, la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza aprobó la Estrategia para la conservación del oso pardo cantábrico, cuyos objetivos principales son reducir el número de osos matados por personas, conservar y mejorar el hábitat, asegurar la conectividad entre poblaciones y núcleos de población, y garantizar el apoyo público a la conservación del oso.