MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Especialistas de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) consideran que el futuro de la diálisis va encaminado hacia las nuevas técnicas convectivas y la individualización del tratamiento para una mayor calidad de vida del paciente, sin hablar de la hemodiálisis en casa, que actualmente "goza de poco atractivo". A su juicio, un buen tratamiento de diálisis tiene que procurar necesariamente una buena calidad de vida, "con mínima repercusión durante el tratamiento y fuera de él".
"Quizás lo suyo sea estar dializándose en su propia casa mientras está en zapatillas oyendo el telediario y viendo la película en casa, incluso con anuncios, para que el tratamiento y la película acaben al mismo tiempo", explica el presidente de la Sociedad Andaluza de Nefrología, el doctor Juan García-Valdecasas Valverde.
En la actualidad está en marcha un estudio mundial para valorar y comparar indicadores de calidad y permitir incidir en los indicadores de alarma, llamado 'DOPPS' ('Dialysis Outcomes and Practice Patterns Study') que estudia los indicadores de calidad en Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y España. En él, se aprecia que España "tiene un excelente nivel de diálisis", superando a Inglaterra, Alemania y Estados Unidos.
"Esto es un excelente indicador del nivel científico de nuestros profesionales", señala el también facultativo especialista del Área de Nefrología y responsable hospitalario del Proceso Asistencial de la insuficiencia renal, diálisis y trasplante del Hospital Universitario San Cecilio de Granada y presidente de la Sociedad Andaluza de Nefrología.
Los nefrólogos utilizan básicamente dos técnicas de diálisis: la hemodiálisis (pasar la sangre por un dializador en cuyo interior existe una membrana semipermeable, cediendo al líquido de diálisis las impurezas acumuladas) y la diálisis peritoneal (técnica de diálisis en donde la membrana que pone en contacto a la sangre con el liquido de diálisis es la membrana peritoneal). Otra modalidad de la diálisis es la llamada hemofiltración, que somete a una presión hidrostática a la sangre.
Según señala la SEN en un comunicado, prácticamente de cada cuatro pacientes que inician tratamiento con diálisis, dos son diabéticos, uno ha tenido hipertensión arterial esencial como origen de su enfermedad renal y el cuarto paciente tiene una enfermedad renal propiamente dicha.
