La piel es el primer órgano que refleja los beneficios de dejar de fumar, según un experto

Actualizado: lunes, 2 enero 2006 18:47

MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

La piel es el primer órgano que refleja los beneficios de dejar de fumar, según el presidente del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Segismundo Solano. A juicio de Solano, la piel se torna "más tersa e hidratada" hasta el punto de que "muchos ex fumadores sienten en cierto modo que han rejuvenecido, máxime si se es especialmente sensible".

Según un comunicado de la SEPAR recogido por Europa Press, "se sabe que el tabaco es un poderoso factor de envejecimiento y que, consecuentemente, tiene no poco que ver con las arrugas en el rostro y otras partes del cuerpo, amén de los efectos de igual signo que provoca en el interior del organismo".

La SEPAR sostiene que la causa de ello está en los radicales libres y calcula que cada bocanada de humo contiene unos dos billones de estas moléculas responsables del proceso de oxidación y envejecimiento prematuro de las células.

El doctor Solano advierte de que, además, el tabaco "atañe de manera muy especial a los pulmones y conductos respiratorios", por lo que sostiene que el abandono de este hábito lleva a una mejora "en pocas semanas" de los sentidos del gusto y el olfato, además de desaparecer la tos matinal y de que "los pulmones estarán más limpios y se percibirán menos ruidos en los bronquios".

"A medio plazo puede desaparecer paulatinamente la sensación de cansancio y el paciente se fortalecerá psicológicamente ante la dependencia de la nicotina. Después de cinco años sin fumar, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco es similar al de una persona no fumadora; a los diez años se reducirá un tercio el riesgo de padecer cáncer de pulmón y a los quince, el riesgo de padecer enfermedades asociadas al tabaquismo será idéntico al de quien no ha fumado nunca", añade el presidente de la SEPAR.

En la otra cara de la moneda, el doctor Solano dice que la posible ganancia de peso al dejar el tabaco puede contrarestarse con la práctica regular de ejercicio físico y con una dieta durante el periodo de deshabituación rica en frutas y verduras.