MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, manifestó hoy, en declaraciones a Europa Press, su rechazo a la legalización del cannabis y los riesgos asociados a su consumo, especialmente en las personas que se inician muy jóvenes, con motivo de las manifestaciones que se celebrarán esta tarde en distintos puntos de España a favor del cultivo de esta planta para uso propio.
Moya recuerda que hay "evidencias científicas" de que el consumo prolongado de esta sustancia produce deficiencias de memoria, en la capacidad de atención, la capacidad psicomotora, alteraciones del sistema nervioso central y otros órganos, además de estar asociado a accidentes de tráfico.
En lo que se refiere a los jóvenes, este departamento del Ministerio de Sanidad advierte de que el consumo en los periodos académicos está relacionado con una reducción del rendimiento escolar, absentismo y abandono de los estudios. "Además, hay una evidencia científica muy potente: el consumo de cannabis puede triplicar el riesgo de aparición de psicosis, especialmente en personas con predisposición", destacó.
Por ello, según Moya, "sabiendo todas estas situaciones que se crean, sería una incongruencia absoluta y una dejación la responsabilidad de proteger la salud de los ciudadanos y compartir la legalización del cannabis".
SE DUPLICA EL CONSUMO
Los datos del Plan sobre Drogas, muestran que entre 1994 y 2004 el consumo de esta sustancia se ha duplicado en la franja de edad comprendida entre los 14 y los 18 años, pasando del 18,2 por ciento a un 36,6 por ciento. Además los jóvenes empiezan cada vez antes a fumar cannabis, siendo la edad media de inicio los 14,5 años.
Por otro lado, las personas que reconocen fumar 'porros' aseguran que también beben alcohol (un 92 por ciento), tabaco (64 por ciento), cocaína (14 por ciento). "Por ello, estamos hablando más que de una sustancia, de un policonsumo, lo cual ensombrece aún más el pronóstico", insistió.
En este sentido, la responsable del Plan sobre Drogas entiende que el cannabis se mitifica asociando su consumo a la contracultura o el movimiento 'hippy'. Además, cree que se confunde su uso terapéutico con el consumo lúdico, pero recuerda que "la morfina también es una droga con aplicaciones terapéuticas y a nadie se le ocurre sugerir que se pueda consumir de manera recreativa."
