Secuencian un genoma humano de la primera cultura ártica gracias a un cabello

Reuters
Actualizado: miércoles, 10 febrero 2010 19:58

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Museo de Historia Natural de la Universidad de Copenhague en Dinamarca han secuenciado por primera vez en detalle el genoma de un ser humano que vivió hace 4.000 años. Los resultados de su investigación se publican en la revista 'Nature'.

Esta representa la primera vez que los científicos han podido reconstruir el 80 por ciento del genoma nuclear que es posible recuperar de los restos fósiles. A partir de las secuencias genómicas, los investigadores han reconstruido la imagen de un individuo varón que vivió en Groenlandia hace 4.000 años y perteneció a la primera cultura que se asentó en el Ártico.

El descubrimiento se realizó mediante el análisis de un pelo que pertenecía a un hombre de la cultura 'Saqqaq' del noroeste de Groenlandia con cuatro milenios de antigüedad. Los científicos han llamado al individuo 'Inuk', que significa 'hombre' o 'humano' en groenlandés.

Aunque Inuk está más cercano a las tribus siberianas del noreste que a los modernos inuits actuales del Ártico, los científicos remarcan que el descubrimiento se realizó en Groenlandia. El pelo del que parte el estudio se descubrió durante una excavación en el noroeste de Groenlandia en los 80 y se guardó en el Museo Nacional de Dinamarca.

La reconstrucción sirve como una plantilla que los científicos pueden utilizar para dar una descripción sobre el aspecto de Inuk, incluyendo su tendencia a la calvicie, sus ojos castaños, la piel oscura, el tipo A+ sanguíneo, la forma de sus paletas dentales y que estaba adaptado genéticamente a las bajas temperaturas y hasta qué punto estaba predispuesto a ciertas enfermedades.

Los investigadores también desvelan que los ancestros de Inuk cruzaron al Nuevo Mundo desde el noreste de Siberia hace entre 4.400 y 6.400 años en una ola migratoria que fue independiente de las de los nativos americanos y los ancestros de los inuit.

Eske Willerslev, director del estudio, señala que la reconstrucción del genoma nuclear del mamut que realizaron en un estudio anterior dio lugar a una secuencia llena de lagunas y errores debido a los daños en el ADN dado que la tecnología empleada estaba en sus inicios. Willerslev apunta que el genoma de Inuk es comparable en calidad al de un humano moderno.

"Nuestros descubrimientos pueden ser de importante ayuda a los arqueólogos y otros especialistas que busquen determinar qué pasó con las personas de culturas extinguidas. Hacer esto requiere material orgánico, huesos o pelo conservado como piezas de museo o descubiertos en yacimientos arqueológicos. Antes, el ADN necesitaba de congelación o estar enterrado en una capa de permafrost. Pero con los nuevos métodos desarrollados aquí en el Centro, eso ya no es una necesidad", concluye el investigador.