MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) emitirá este miércoles un informe técnico que evaluará las seis candidaturas a albergar el Telescopio Extremadamente Grande (E-ELT, por sus siglas en inglés), entre ellas la candidatura española de La Palma, en Canarias.
En declaraciones a Europa Press, el representante del ESO en España, Miguel Mas Hesse, explicó que el Consejo de la ESO se reune para presentar el informe que ha emitido la Comisión Técnica independiente con las características de los seis emplazamientos posibles para instalar el E-ELT.
En concreto, las posibilidades para este megatelescopio estarían en: cinco en Chile, en Tolanchar, Ventarrones, Vicuña, Mackenna y Armazones, este último a unos 20 kilómetros del observatorio Paranal de la ESO; y finalmente, la propuesta española en el Roque de los Muchachos, en isla de La Palma. "Había otros emplazamientos en Argentina y Marruecos pero se han desestimado", indicó.
Entre los diferentes aspectos que ha estado estudiando esta comisión durante dos años destacan la meteorología, la calidad del cielo, las noches de observación, la logística, los servicios o lo que costaría el telescopio en un sitio u otro, por ejemplo.
No obstante, Mas subrayó que, aunque se presente entre hoy y mañana el informe al consejo de la ESO, en el orden del día no está tomar ninguna decisión sobre el emplazamiento definitivo, que se hará más adelante. "Si éste determina que hay varias posibilidades para el emplazamiento, comenzaría una negociación entre los agentes implicados, España, Chile y la ESO, para ver dónde se colocaría", agregó.
Además, indicó que estas condiciones objetivas no tienen nada que ver con las candidaturas que han presentado los países, como la que entregó Garmendia la semana pasada con un montante cercano a los 300 millones de euros.
En este sentido, Mas resaltó que uno de los principales atractivos de la oferta española sería una financiación adicional con motivo de la crisis económica, aparte del uso de las instalaciones en el Roque de los Muchachos, y en el caso chileno ya se cuenta con el observatorio de la ESO del Paranal.
"Lo realmente determinante es el informe técnico que decidirá el mejor punto de vista para el telescopio. Que se hará público en pocos días, ya que de momento es confidencial y hay mucha petición de información entre Chile y España", continuó el experto.
CHILE Y EL TERREMOTO
En este sentido, comentó que el terremoto que sacudió al país iberoamericano la semana pasada demuestra uno de los puntos negativos que tiene Chile para albergar el E-ELT, aunque destacó que a la hora de construir una gran infraestructura científica este factor se tiene en cuenta.
"De hecho hay un montón de telescopios norteamericanos en Chile y después de este fin de semana no ha sucedido nada. Es un problema que se hace visible en el débito, a la hora de construirlos es más caro, pero que técnicamente sabe resolverse", puntualizó.
Por otra parte, indicó que La Palma tiene la parte negativa de la meteorología, con los temporales, como el que ha tenido lugar este fin de semana de 200 kilómetros por hora. "Realmente, las dos cosas peores de cada lugar se han manifestado este fin de semana a la vez. En ese sentido es un parámetro que cuenta pero que no es determinante porque puede resolverse", puntualizó.
Después, respecto al hecho de que un telescopio europeo se emplace en otro continente, Mas señaló que se trata de una "tontería" puesto que el principal objetivo es encontrar el mejor cielo para la observación.
"Da igual que sea en Chile, en China o Australia. Es el mejor emplazamiento y lo importante es que la actividad científica que se haga sea la mejor", añadió, al tiempo que puntualizó que por ejemplo, los japoneses su mayor telescopio lo tienen en Hawai y los ingleses en Australia.
EL E-ELT EN ESPAÑA
A su juicio, si finalmente el E-ELT se construye en España supondría un "estimulo económico" porque generaría unas contrapartidas económicas y sociales en la comunidad insular "muy positivas" y después para el país porque, aunque se trate de una instalación europea, gran parte del personal sería español y el conocimiento se trasladaría directamente a España.
"El país que lo acoge tiene unas ventajas que otros no tendrán. Los astrónomos españoles investigamos en Chile o en Canarias, nos da lo mismo coger un avión con tal de observar, y en el futuro ni siquiera hará falta coger un avión porque será todo remoto. Desde el punto de vista científico lo determinante son las condiciones del lugar y es lo que hoy o mañana tendrá que presentarse", concluyó.
