CASTELLON, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El juzgado de primera instancia número 3 de Vinaròs ha ordenado que el alcalde de Todolella (Castellón), Alfredo Querol, preste declaración en calidad de testigo el 22 de enero de 2007 por el suceso en el que fallecieron 18 jóvenes por inhalación de monóxido de carbono el 6 de febrero de 2005 en el albergue de dicha localidad tras la celebración de una fiesta de cumpleaños, según informó hoy a Europa Press la abogada de los familiares de una de las víctimas, María Dolores Picó.
Hoy también declararon en dicho juzgado, y a través de videoconferencia, los forenses encargados de realizar las autopsias a los cuerpos, los cuales ratificaron, según la letrada, que la muerte de los jóvenes se produjo por asfixia como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono, lo que se denomina 'muerte dulce', por lo que piensan que no sufrieron.
Según señaló la abogada, los forenses indicaron que las víctimas no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo debido a que estaban dormidos o, aunque estuviesen despiertas, la movilidad la perdieron en muy pocos minutos.
Tras los forenses, prestaron declaración un instructor, un auxiliar y un agente de la Guardia Civil que intervinieron en los hechos, los cuales, según Picó, explicaron que la estufa que supuestamente causó la muerte de los jóvenes pudo tener una mala combustión, ya que el quemador estaba muy oscuro.
Así mismo, señalaron que algunos jóvenes pudieron darse cuenta de lo que estaba ocurriendo por la posición que presentaban algunos cadáveres, que se encontraban fuera de las camas, lo que podría indicar que intentaron salir de la habitación, aunque la pérdida de movilidad se lo impidió.
