Austria comercializa centenares de muñecas artesanales egipcias realizadas por una misionera valenciana

Actualizado: sábado, 15 septiembre 2007 15:55

VALENCIA, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una misionera valenciana en Egipto confecciona artesanalmente al año centenares de muñecas de tela que se comercializan en la capital de Austria, Viena, para financiar el centro de formación profesional para mujeres sin recursos que dirige la propia religiosa en la localidad egipcia de Beni-Ebeid, según informaron fuentes del Arzobispado en un comunicado.

María Rosa García Sebastiá, de 74 años y natural de Burjassot (Valencia), es religiosa de la congregación Sagrado Corazón, permanece en Egipto como misionera desde hace 41 años y desde hace 20 confecciona las muñecas y enseña a realizarlas a las mujeres que asisten a las clases de costura del centro católico de formación profesional de Beni-Ebeid. De ese modo, "las chicas aprenden un oficio para que después se puedan valer por sí mismas", explicó la misionera.

Las muñecas están ataviadas con trajes típicos de Egipto y sus pelucas, pañuelos, vestidos y bordados "están hecho todos a mano", explicó García Sebastiá, que destina lo obtenido con la venta de muñecas al mantenimiento del proyecto y a las mismas mujeres que participan en él. "Cuando hay beneficios mayores, las chicas, incluso, pueden comprarse lavadoras o cocinas de gas", añadió.

En la actualidad, el centro de formación profesional acoge a 25 mujeres jóvenes sin empleo, entre las que hay musulmanas y cristianas, y siete de ellas se dedican exclusivamente a la confección de muñecas.

Al año, se venden cerca de 200 muñecas, principalmente en Viena y, también en Khan el-Khalili, uno de los puntos "más turísticos del país". Además, "hemos recibido pedidos de Alemania, aunque probablemente no podamos atenderlos por la dificultad para hacerlos llegar", indicó. A Viena, las muñecas llegan a través de una misionera austriaca en Egipto que viaja una vez al año a su país natal.

El proyecto de la religiosa valenciana surgió hace dos décadas cuando enseñaba a hacer muñecas a las alumnas de un colegio de Beni-Ebeid "simplemente para que después ellas en sus vacaciones pudieran tener una ocupación". Al ver las muñecas, una misionera española, compañera suya, "me sugirió que se podrían vender perfectamente en los comercios", dijo.

En la actualidad, "muchas de las chicas que han pasado por nuestro centro trabajan ahora por su cuenta como costureras y hay otras que siguen aquí y que ya hacen modelos mucho mejores que los míos", manifestó la misionera valenciana, que consideró que la dimensión "que ha tomado todo casi no me la creo, me parece un milagro".

La religiosa nacida en Burjassot cursó sus primeros estudios en el colegio que su congregación tiene en Godella, localidad valenciana a la que "también considero como mi hogar". En Egipto, donde permanece desde hace 41 años ha desempeñado, además de su labor actual en el centro de formación profesional de Beni-Ebeid, diversas tareas en colegios de su congregación en las poblaciones de Heliópolis y Dairut.