Cultura.- Cultura destinará 300.000€ a actuaciones en a iglesia, la torre y el claustro del Monasterio de la Murta

Actualizado: jueves, 21 febrero 2008 20:09

VALENCIA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La conselleria de Cultura destinará 300.000€ a actuaciones en a iglesia, la torre y el claustro del Monasterio de Santa María la Murta, ubicado en la localidad de Alzira (Valencia), según anunció hoy la directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, que visitó hoy el edificio junto a la alcaldesa del municipio, Elena Bastidas.

El propósito de la visita fue la presentación de la restauración de las pinturas murales existentes en la ermita de Santa Marta, cuya intervención ha contado con la financiación de la Conselleria de Cultura a través de esta Dirección General. Además se dio a conocer el programa de intervenciones que la conselleria de Cultura tiene previsto para los próximos años en el conjunto cenobítico de la Murta.

Las intervenciones se centrarán en los tres principales elementos arquitectónicos del conjunto como son la iglesia, la torre y el claustro. Ya se ha concluido una obra de emergencia en la iglesia y ya está redactado el proyecto para la segunda fase de intervención en los muros de este recinto. Las últimas inversiones realizadas por parte de Cultura en el monasterio ascienden a un montante total de 207.000 euros y el presupuesto previsto para las siguientes es de 300.000 euros.

La ermita de Santa Marta es una de las once ermitas en que habitaron los primeros anacoretas antes de la fundación del monasterio Jerónimo de dicho valle.

La intervención objeto de subvención completa la ya iniciada en 2005, durante estos años de intervenciones continuadas, se han podido recuperar los graffiti de esta ermita, en concreto las pinturas murales del claustro.

La primera fase consistió en la consolidación y colocación de mortero en las lagunas, mientras que la segunda fase se centró en la reintegración cromática, tanto de lagunas como de erosiones. En esta tercera fase se ha recuperado, además, parte del muro policromado que cerraba el huerto y la ermita de Santa Marta, interviniéndose 9 metros de los 80 que conforman el muro completo.

DE RUINA A GRANJA

En el siglo XIV ya había constancia de la existencia de la ermita de Santa Marta, que sufrió diversos avatares que la llevaron de ruina a granja de esparcimiento de los monjes hasta que, finalmente, en el siglo XVIII se realizaron una serie de restauraciones en la ermita, donde se colocó un pequeño retablo con cuadros y la imagen de la santa. Con la Desamortización sobrevino la ruina de la ermita.

El Monasterio de Santa María de la Murta nace a partir del reagrupamiento de algunas ermitas dispersas por el valle de les Meravelles, posteriormente conocido como valle de la Murta, siendo Santa Marta una de estas ermitas iniciales. El prolongado asentamiento de los ermitaños favoreció que 1357 Arnau Serra hiciera donación del valle a los ermitaños, con la condición de que formaran una congregación religiosa.

Tras profesar como religiosos de la orden de San Jerónimo, en 1376 el papa Gregorio XI otorga la bula para la construcción del monasterio en el valle de la Murta el 11 de febrero de 1401. Esta primitiva edificación, de reducidas dimensiones y de la que aún se conservan diversas sepulturas, quedaría al sur del edificio actual. Así pues, la fundación del monasterio hay que situarla entre los siglos XIV y XV, época de esplendor de la orden Jerónima en tierras valencianas, circunstancia que hizo que el cenobio naciera bajo la protección del importante monasterio de San Jerónimo de Cotalba.

ESPLENDOR

De la primera obra ya no quedan casi restos, porque sufrió continuas reformas, siempre limitadas por la estrechez del espacio y los escasos recursos de la comunidad. No obstante, gracias al favor de la familia Vich el monasterio vivió una época de esplendor.

Así, en 1516 comenzó la construcción de la iglesia nueva, situada en la parte de levante, habilitándose una cripta bajo el altar mayor destinada a panteón familiar de la familia Vich; y entre 1547 y 1601 levantó la imponente mole de la Torre de las Palomas, con evidente aspecto defensivo debido a sus almenas y matacanes.

Hasta el siglo XIX fue un estimado centro religioso y cultural que atesoró a lo largo de su historia un importante patrimonio proveniente de papas, monarcas, nobles y diversos particulares. Recibió la visita de importantes personajes históricos como San Vicente Ferrer en 1410.

Pero sin duda la visita que marcó un hito en la historia del monasterio fue la del Rey Felipe II el 19 de febrero de 1586 acompañado de sus hijos Felipe e Isabel Clara Eugenia, pues para que pudiera pasar el carruaje del monarca se tuvo que ampliar y acondicionar el puente de entrada al conjunto cenobítico, que hoy es conocido como puente de Felipe II.

En el año 1835 la comunidad monástica abandonaba definitivamente el monasterio pasando a manos privadas, lo cual derivó en un fuerte expolio en 1846. Como consecuencia se abandonó y se inició el proceso de ruina. El deterioro del conjunto se vio acelerado a causa de un incendio ocurrido en 1983. Posteriormente, en el año 1989, fue adquirido por el ayuntamiento de Alzira y es cuando se comenzó a proteger, restaurar, consolidar y conservar el monasterio y todo su entorno, tanto natural como artístico, incluyendo la ermita de Santa Marta.