ALICANTE, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) recibió hoy la donación de un 'aristón', un instrumento de música mecánica de finales del siglo XIX, perteneciente a Arturo García Soler, procurador de los Tribunales y uno de los socios que crearon el Teatro Principal de Alicante, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Diputación Provincial de Alicante.
La pieza, que viene acompañada con doce discos y fue donada por Carmen Botella, nieta de Arturo García Soler, es "de gran interés para el MARQ por el hecho de que no es frecuente encontrar este tipo de instrumentos, sobre todo con el buen estado de conservación en el que se halla", según explicó el director-gerente del MARQ, José Alberto Cortés.
A este respecto, Cortés agradeció esta donación y comentó que Carmen Botella quería que el museo tuviera estas piezas para conservarlas y difundirlas a todos los alicantinos.
En este sentido, según comentó, técnicos de la Unidad de Colecciones del MARQ comenzaron con las investigaciones para conocer todo lo que se pudiera sobre estas piezas, desde su denominación o fabricación, pasando por la época e historia de las mismas.
Así, Cortés indicó que "tras las investigaciones y documentación y mediante contactos con otros museos más especializados en instrumentos musicales como el Museo Interactivo de la Música de Málaga y el Centro Etnográfico de la Fundación Joaquín Díaz de Valladolid, se ha averiguado que se trata de un aristón".
De esta forma, según contó, el aparato instrumental donado "consta de una caja de madera pintada en negro que contiene, en su parte superior, una serie de elementos donde se fija el disco y una placa de fabricación". En su interior, se encuentran "una serie de engranajes que, mediante una manivela, hacen girar el disco realizado en zinc que está dotado con una serie de púas en su parte inferior que permiten reproducir canciones".
Además, según comentó, la placa de fabricación del instrumento muestra que se fabricó en Valencia en el 'Bazar Giner' de la calle Zaragoza, lugar, junto a otros locales comerciales de la ciudad, donde se hacían exposiciones.
Finalmente, según dijo, la pieza pertenece a una época "de la que este museo no posee suficientes elementos característicos de la vida social y cultural, como este instrumento de música mecánica destinado a música de salón y los doce discos que reflejan los gustos musicales del momento".
