Cultura.- Los títulos indispensables de los 'nuevos cines' de la Europa del Este, en el IVAC-La Filmoteca

Actualizado: martes, 5 diciembre 2006 21:18

VALENCIA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El IVAC-La Filmoteca presenta, desde hoy hasta el 31 de enero, y en colaboración con el Festival Internacional de Cine de Gijón, el CGAI y Filmoteca Española, un ciclo dedicado al cine producido en la Europa del Este alrededor de los años 60, que supone la continuidad del proyecto en torno al fenómeno de los nuevos cines que estas instituciones llevan a cabo desde hace varios años, informaron fuentes de la Generalitat.

De este modo, se podrán ver en la Filmoteca un total de 29 filmes imprescindibles, dirigidos por destacados cineastas de la modernidad cinematográfica, como 'El cuchillo en el agua' (Roman Polanski), 'Cenizas y diamantes' (Andrzej Wajda), 'La infancia de Iván' (Andrei Tarkovski), 'Los desesperados' (Miklós Jancsó), 'Los amores de una rubia' (Milos Forman) o 'La estructura de cristal' (Krystof Zanussi).

El 12 de enero tendrá lugar la presentación oficial del ciclo y del libro que lo complementa, última de las publicaciones sobre los nuevos cines que ha coeditado el IVAC, después de las dedicadas al Free Cinema británico, la Nouvelle Vague, el cine independiente norteamericano y los nuevos cines español e italiano.

La semilla de los nuevos cines del este se remonta a mediados de los años cincuenta, cuando comienzan a emerger ciertas disidencias o rupturas respecto al modelo cinematográfico oficial, basado en el llamado "realismo socialista". En ese momento, antes incluso del estallido del Free Cinema, surge la primera generación del "nuevo cine polaco", mientras en la URSS se empieza a producir el llamado "cine del deshielo" tras la desestalinización iniciada en 1956 y en Polonia y Hungría comienzan su andadura algunos exponentes del futuro nuevo cine a finales de esa misma década.

Se trata de un cine que tiene en común con los otros movimientos de la modernidad cinematográfica su carácter generacional, la importancia de las escuelas de cine como punto de partida, del cortometraje como arranque, la renovación tanto de las personas y estructuras de la industria cinematográfica como de los temas y enfoques de las películas. Y son estos factores los que permiten que la obra de Wajda, Munk y luego Tarkovski, Jancsó, Szabó, Nemec, Forman, Makavejev o Pintilié pueda homologarse perfectamente bajo el epígrafe de los "nuevos cines".

Sin embargo, tanto el contexto sociopolítico bajo el que se despliega como las condiciones industriales que lo amparan difieren sensiblemente de los "nuevos cines" occidentales.

La sujeción a los diversos regímenes totalitarios que, con diferentes matices, imperan en esos países implica una censura y unas consignas procedentes de la administración estatal que sólo podrían equipararse a los escasos 'nuevos cines' occidentales sujetos a regímenes no democráticos, como es el caso de España y Portugal.

Por otra parte, el carácter de las industrias estatalizadas como única vía de acceso a la producción cinematográfica introduce, también, una sensible diferencia respecto a las formas de producción de los nuevos cineastas occidentales.

Todo ello repercute en que el desarrollo de los 'nuevos cines' en esos países situados al otro lado de lo que vino en llamarse el 'telón de acero' fuese más lento y problemático. Y también que el amplio espacio de tiempo que comprende esa experiencia innovadora --prácticamente veinte años-- implique la sucesión de diversas promociones de cineastas renovadores.

El reto de cualquier aproximación a estos 'nuevos cines' del centro-este europeo es la capacidad de remarcar los rasgos comunes, las tónicas dominantes y los temas recurrentes que permiten hablar en conjunto de esas diversas cinematografías.

Pero también de marcar algunas singularidades, tanto nacionales como individuales, en la medida en que no entender esos 'nuevos cines' como un conjunto de variadas poéticas significaría desmentir la condición moderna del nuevo cine.

Y en ese sentido "no cabe tampoco desdeñar" los valores, las aportaciones individuales de cada cineasta; las que permiten distinguir con claridad las poéticas de Wajda y Forman, de Jancsó y Skolimowski, de Makavejev y Tarkovski, capaces por otra parte de establecer las correspondencias debidas con los grandes cineastas de la modernidad occidental, concluyeron las citadas fuentes.