Un excolaborador de Tauroni asegura que el empresario le dijo en varias ocasiones que tenía que llevar dinero a Blasco

Blasco y su cúpula en Solidaridad reconocen el fraude en las ayudas a ONG y el Hospital de Haití
Francisco Martínez - Europa Press - Archivo
Actualizado: jueves, 6 junio 2019 16:34

Una extrabajadora de Hemisferio dice que le sorprendió "lo rápido que aparecían las facturas" y que "siempre eran las mismas empresas"

VALÈNCIA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Joaquín Rafael Blasco, extrabajador de distintas empresas de Augusto César Tauroni y persona "de confianza" suya, ha asegurado este jueves en la vista en la que se juzgan presuntas irregularidades en subvenciones a ONG y la fallida construcción del Hospital de Haití, que el empresario le trasladó en varias ocasiones que tenía que ir al término de Barraca d'Aigües Vives, donde el exconseller de Cooperación, Rafael Blasco, tiene un inmueble, a entregarle dinero. Sin embargo, ha reconocido a preguntas de las defensas que no sabe con certeza si estas entregas llegaron a producirse.

Así se ha pronunciado Joaquín Rafael Blasco --que no tiene ningún tipo de relación de parentesco con el exconseller y exportavoz del PP en Les Corts y que está considerado por los investigadores como uno de los principales directivos de la Fundación Hemisferio-- durante su declaración como testigo ante el tribunal que juzga las piezas dos y tres de esta causa, tras dejar de tener en la instrucción la condición de investigado. La Fundación Hemisferio es la organización presuntamente empleada por los hermanos Tauroni para hacerse con las ayudas a la Cooperación y desviar fondos.

Este extrabajador de Tauroni ha irritado en el interrogatorio a acusaciones y defensas, que han mostrado en reiteradas ocasiones su incredulidad ante este testimonio. De hecho, la Coordinadora Valenciana de ONGD y dos defensas han solicitado que se dedujera testimonio contra él --proceso similar a una denuncia-- y otra un careo para contrarrestar versiones.

Joaquín Rafael Blasco ha asegurado que él únicamente ejercía tareas como informático a nivel técnico y arreglando los problemas de este tipo que pudiesen tener los demás trabajadores y que solo puntualmente pudo ayudar en las bases técnicas de algún proyecto o en otros trabajos relacionados. Ha dicho también que él era empleado de GCS, empresa de Augusto César Tauroni, y que tenía su puesto de trabajo en la sede de Hemisferio porque compartían el espacio.

A preguntas del fiscal Anticorrupción Jesús Carrasco, el testigo ha explicado que ha trabajado en "muchas empresas" de propiedad de Augusto César Tauroni y también en varias de las consellerias que dirigió en su día el 'popular' Rafael Blasco. Además, ha dicho que sabía de la "amistad" que mantenían Tauroni y el exconseller.

"NINGÚN CONOCIMIENTO SOBRE COOPERACIÓN"

Durante el largo interrogatorio, ha defendido que su labor en Hemisferio "no era participar activamente en el desarrollo de los proyectos de cooperación" porque ha negado tener "ningún tipo de conocimiento" sobre esta materia. Asimismo, ha negado reiteradamente que "controlara" la fundación, tal y como han apuntado diversos testimonios y como creen los investigadores.

Al respecto, ha apuntado que Augusto César Tauroni tenía un despacho en la sede de Hemisferio y "pasaba frecuentemente", pese a que este empresario no aparecía con ningún cargo en la fundación. "El presidente de la fundación era de la órbita de Augusto, todos trabajábamos para él", ha insistido.

La tónica del interrogatorio ha sido la del testigo respondiendo "no lo recuerdo" o "no me consta", por ejemplo ante la cuestión de si participó en la captación de ONG para que se presentasen a proyectos de cooperación, a lo que ha dicho no recordar ningún caso y como mucho haberlo hecho "puntualmente". El fiscal Carrasco le ha recordado en primer lugar que como testigo tenía obligación de decir verdad y que podía incurrir en un delito si no lo hacía.

Posteriormente, conforme avanzaban las preguntas sin respuesta concreta, Carrasco se ha dirigido al testigo para decirle que le producía "verdadera estupor" que declare en esa condición. "Pero es lo que me he encontrado", ha agregado. Carrasco heredó la causa del fiscal Vicente Torres, ahora magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

"ESTUVE EN HAITÍ PORQUE SABÍA INGLÉS"

Blasco ha admitido que estuvo en Haití, donde se iba a construir el hospital tras el terremoto que asoló el país y que nunca llegó a realizarse, pero ha sostenido que fue enviado por Tauroni "porque no podía ir la encargada" y porque él "sabía inglés y podía hacer de interlocutor". Ha negado que aprovecharan también su nombre y apellido para que en aquel país creyesen que tenía algún tipo de vínculo familiar con el exconseller.

También ha confirmado que hizo una segunda visita a Haití con Tauroni y que se vieron con el exconseller Blasco, aunque ha dicho no recordar si hablaron del proyecto del hospital.

Inquirido por la empresa Desfa, que ha reconocido que era de su primo y de su padre, y por si sabía que esta mercantil facturaba a Hemisferio por proyectos de cooperación, también ha dicho no saber nada, al igual que al ser preguntado por si esta firma se dedicaba a productos cosméticos y no farmacéuticos. De nuevo el fiscal ha destacado que estas respuestas le estaban generando "estupefacción".

De hecho, Carrasco ha lamentado la "declaración tan insólita" que estaba prestando el ahora testigo y le ha llegado a preguntar: "¿Usted cree que alguien en su sano juicio o el tribunal puede creerse lo que está diciendo?".

"BUSQUÉ EN GOOGLE DE QUIÉNES ERAN LAS EMPRESAS"

La primera en declarar en esta jornada ha sido Julia Queralt, trabajadora de la Fundación Hemisferio entre febrero de 2009 y abril de 2010. Ha reconocido que les permitían acudir a la Conselleria a consultar proyectos presentados en años anteriores para elaborar los nuevos, aunque ha señalado que creía que "era de consulta abierta para la ciudadanía".

Queralt ha relatado que le sorprendió mucho "lo rápido que aparecían las facturas --de cuantías muy altas, ha añadido-- que cubrían partidas completas para justificar las subvenciones". "En diez minutos, si se necesitaba una factura, se tenía", ha subrayado. Además, también le llamó la atención que "siempre eran las mismas empresas las que facturaban".

Al observar estas coincidencias, ha contado que hizo una búsqueda en Google para averiguar "de quienes eran las empresas". "Empecé a ver que todo era lo mismo, que los mismos que estaban en la fundación aparecían también en las empresas", ha comentado.

También le sorprendió, ha apuntado, que les adjudicaran tantos concursos pese a que los trabajadores tenían nula o muy poca experiencia en cooperación: "Yo confiaba en la calidad de mi trabajo, pero mi sorpresa radicó en que en el momento de subvencionar esos proyectos no se presentaba ninguna justificación de los trabajos. Yo dejé la fundación por eso".

A preguntas del fiscal, también ha afirmado que le llamó la atención que hubiera facturas a empresas de EEUU para proyectos en Guinea Ecuatorial y República Dominicana. "Era muy repetitivo, en todos los proyectos eran las mismas empresas y los mismos nombres", ha insistido.

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