Nueve de cada diez familias valencianas solicitantes de adopción son valoradas como idóneas en la Comunidad

Actualizado: sábado, 18 marzo 2006 18:30

VALENCIA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Nueve de cada diez familias solicitantes de adopción valoradas por el Consejo de Adopción de Menores de la Comunidad Valenciana durante el pasado año fueron declaradas idóneas. En concreto, el 94,3 por ciento de las 1.219 solicitudes estudiadas obtuvieron la idoneidad, según informaron fuentes de la Generalitat, quienes puntualizaron que este porcentaje coincide tanto en el caso de las relativas a adopciones nacionales como en el de las internacionales.

En este sentido, la consellera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, señaló en un comunicado que la obtención de la idoneidad es el primer paso que deben dar las familias que quieren adoptar un menor al tiempo que aseguró que la obtención de este trámite administrativo se ha agilizado significativamente en los últimos años, y siguen implantándose los medios que permitan no superar el plazo de seis meses.

Asimismo, De Miguel apuntó que la duración total de los trámites de adopción, desde que ésta se solicita, "depende del país de procedencia del niño, en función de los criterios y legislaciones establecidas".

Las solicitudes valoradas para adopciones nacionales fueron 135, y 129 consiguieron la certificación de idoneidad. Por lo que respecta a las adopciones internacionales, se valoraron 1.084 peticiones, de las que siguieron adelante 1.020. En cuanto a la procedencia de las solicitudes estudiadas, 738 correspondieron a la provincia de Valencia, 368 a Alicante y 113 a Castellón.

La titular de Bienestar Social subrayó que la "necesidad" de valorar la idoneidad "proviene de las diferencias entre la paternidad biológica y la paternidad adoptiva, ya que ésta última "entraña una dificultad añadida, al crear un vínculo con un niño que ha pasado por múltiples dificultades desde su nacimiento, y se le haría un flaco favor al hacerle pasar de vivir con las carencias de una institución, a sufrir los problemas de unos padres adoptivos que no puedan atender a sus necesidades emocionales".

Para De Miguel, "los padres adoptivos no pueden permitirse fallar porque sus hijos adoptados ya han tenido unos padres que por diversas circunstancias ya les han fallado", aseveró.

En esta línea, la consellera de Bienestar Social destacó que las decisiones del Consejo de Adopción de la Comunidad Valenciana "no son puramente administrativas, sino decisiones técnicas refrendadas por la sociedad civil valenciana representada por diversas instituciones y entidades que forman parte del Consejo". Así, agregó que esta representación de la sociedad en el Consejo se compone de personas cualificadas y con conocimientos sobre el área de familia, menor y adopciones, lo que permite que en la toma de decisiones se apliquen criterios cualificados y plurales que reflejen nuestra realidad social.

Por lo que se refiere a "la necesidad de establecer criterios de idoneidad", Alicia de Miguel indicó que "tanto los países de origen de los niños en situación de adoptabilidad, así como el estado Español,"están obligados a verificar que las familias que solicitan una adopción proporcionarán al niño las condiciones afectivas, emocionales y sociales que pueden considerarse básicas para su desarrollo personal garantizando, en la medida de lo posible, que la adopción será una experiencia satisfactoria, principalmente para el adoptado".

El Consejo de Adopción no se limita a comprobar simplemente si la familia desea a ese niño y si le proporcionará alimento y escolarización, se observa también la capacidad de comprender y asumir las necesidades emocionales del niño lo que, si se tiene en cuenta la dureza de las situaciones que llevan a que un niño deba ser adoptado, es una tarea muy delicada y de larga duración en el tiempo, que demanda en los padres un elevado nivel de preparación personal y emocional, apuntaron las mismas fuentes.

MINIMIZAR EL RIESGO DE FRACASO

En opinión de Alicia de Miguel, "el objetivo de la administración es precisamente minimizar el riesgo de fracaso de la familia adoptiva con el niño, lo que determina si las familias estarán preparadas para afrontar y superar el proceso de adaptación mutuo". "Hay que evitar a toda costa la vuelta del niño a un centro de acogida, ya que las secuelas psicológicas para él podrían ser irreversibles", explicó.

De este modo, las valoraciones psicosociales que se realizan para determinar la idoneidad de los solicitantes de adopción pretenden valorar a cada familia en función de su capacidad para enfrentar la problemática inherente a la paternidad adoptiva como forma principal de prevención de fracasos, apuntaron fuentes de la Generalitat.