VALENCIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La conselleria de Territorio y Vivienda subvenciona la realización de actividades de voluntariado ambiental relacionadas con el fomento de las aves insectívoras y otras actividades relacionadas con el control de plagas forestales, según informaron hoy fuentes de la Generalitat.
Concretamente, son 16 las entidades de las tres provincias de la Comunitat que se han visto beneficiadas con estas ayudas, cuatro de la provincia de Alicante, dos en la provincia de Castellón y 10 de la provincia de Valencia.
La directora general de Gestión del Medio, Concha Maroto, manifestó, en este sentido, que el objetivo de esta línea de subvención "es el de promover actividades de voluntariado ambiental para la instalación y revisión de la ocupación de cajas nido, destinadas a incrementar las poblaciones de aves insectívoras y murciélagos en zonas boscosas.
Asimismo, añadió que "de esta manera, se da cabida dentro de las actividades de voluntariado, a organizaciones que trabajen en la conservación de los valores medioambientales del territorio valenciano, cuyo fin sea diferente a la prevención de incendios forestales, ya que la prevención de incendios es objeto de otra orden de ayudas de esta conselleria".
Al mismo tiempo, Maroto aseguró que "a través de estas ayudas se incrementa la diversidad biológica de los montes que tanto caracterizan el sistema forestal valenciano y se aumenta el control de plagas de las especies forestales".
Indicó que "hay que tener en cuenta que las aves insectívoras, junto con otros depredadores, juegan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio biológico de los ecosistemas forestales", puesto, que, explicó "ingieren diariamente gran cantidad de insectos, contribuyendo de este modo a mantener las poblaciones de plagas en niveles aceptables, sin que comprometan la persistencia o el crecimiento de la vegetación".
Según las mismas fuentes, en épocas de cría la cantidad de alimento consumido y aportado a los pollos, diariamente, por cada uno de los padres es del orden del 130 por 100 del peso propio del pájaro; cuando no crían, la dieta de mantenimiento baja a un 40 por ciento del mismo peso, lo que traducido al cabo del año supone 2,5 kilogramos (Kg) de insectos consumidos por cada pájaro, es decir, 5 Kg por pareja.
La idea de la colocación de los nidales para el fomento de las aves insectívoras está encaminada a suplir la carencia de huecos, donde de modo natural se refugian estas aves del agua y otras incidencias atmosféricas y, además, son lugares "idóneos" para la nidificación.
Con este tipo de nidales, lo que se pretende es favorecer a las denominadas aves trogloditas forestales, que son aquellas que necesitan un hueco para construir su nido, de tal forma que algunas como los picapinos o pájaros carpinteros se los construyen con sus potentes picos; otras como los herrerillos; carboneros; trepadores; agateadores; colirrojos; papamoscas; entre otras, aprovechan los huecos naturales, consecuencia de podredumbres debidas a los hongos y podas, así como grietas y resquebrajaduras de la corteza e incluso los sitios más inverosímiles, concluyeron las citadas fuentes.
