Un total de 175 menores de Honduras retoman sus estudios gracias a un programa de la Generalitat, Cáritas y Altius-IUVE

Actualizado: viernes, 12 junio 2009 13:57

VALENCIA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un total de 175 niños y adolescentes de Honduras que trabajaban como servicio doméstico y en basureros retoman sus estudios gracias a un programa desarrollado por la Generalitat, Cáritas San Pedro Sula (Honduras) y Altius-IUVE Cooperación, para "combatir el trabajo infantil", según informaron fuentes de esta última entidad en un comunicado, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

La iniciativa también trabaja con otros 175 menores escolarizados "en riesgo" para que continúen con sus estudios. El programa, que finaliza el próximo mes, beneficia a niños y adolescentes de once comunidades de tres municipios del departamento de Cortés, en el municipio hondureño de San Pedro Sula.

La directora de Proyectos de Altius-IUVE Cooperación, Amparo Zarza, señaló que en "en los últimos años se ha incrementado el número de menores de las comunidades rurales que emigran a las ciudades, con el fin de generar ingresos para sus familias o para cubrir una necesidad tan básica como alimentarse".

Según explicó, "la supervivencia económica y la falta de una educación básica", que permita acceder a trabajos mejor remunerados, hace que las familias entren en un "círculo vicioso", en el que los más pequeños se convierten en los principales proveedores económicos.

Zarza manifestó que en el proyecto han participado 19 familias en situación de extrema probreza que dependían del 80 por ciento de los ingresos de los menores. En estos casos, prosiguió, "equilibramos la vuelta del niño a la escuela con otras opciones de ingresos por parte de otros miembros mayores de la familia" ya que "retirar al menor del trabajo de la noche a la mañana, agudizaría más todavía la situación de pobreza de la familia".

Asimismo, incidió en la importancia de sensibilizar a todos los agentes implicados ante el trabajo infantil como las propias familias, la escuela y autoridades locales y en apostar por la "promoción de la educación y la formación de los niños y de sus familias como antídoto contra la explotación infantil".