Valencia.- El Ayuntamiento pide la colaboración vecinal para elaborar censos y proteger a las aves migratorias

Actualizado: viernes, 21 marzo 2008 20:04

VALENCIA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Sección de Sanidad Animal de la Delegación de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia solicita la colaboración vecinal para elaborar censos y proteger a las aves migratorias, según indicó la concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, quien consideró "muy importante" contar con estas especies en la ciudad.

Bernal explicó en un comunicado que las aves migratorias se alimentan de insectos que pueden ser molestos o perjudiciales, por lo que "son unos excelentes aliados en la lucha contra las plagas". Por otra parte, señaló su presencia es "un buen indicativo de la calidad de nuestros parques y jardines, y de nuestro medio ambiente"

Las principales especies son los Aviones Comunes 'oroneta cuablanca' (Delichon urbica), los Vencejos 'falciot' (Apus apus) y las Golondrinas 'oroneta' (Hirundo rustica). Todas ellas están protegidas por la ley y son "muy beneficiosas" para el hombre por que se alimentan de insectos como las polillas y mosquitos.

La sección de Sanidad Animal y Estudi Verd, S.L. junto con voluntarios de las asociaciones, Grupo de Estudio y Anillamiento L'Albufera y SEO-Ardea, llevan a cabo un programa de censo y catalogación de las áreas de cría de dichas aves. Por ello, solicitan a los ciudadanos que tengan nidos en sus casas que se pongan en contacto con el Servicio de Sanidad Animal para "conocer y comparar con los datos existentes la distribución actual de las tres especies".

En los tres casos se trata de aves pequeñas que, tras pasar el invierno en el continente africano, regresan para construir sus nidos de barro en las fachadas de los edificios, casas de huerta e iglesias.

Los Aviones Comunes 'oroneta cuablanca' tienen sus colonias de cría en la Gran Vía Marqués del Turia, alrededores del mercado de Colón, por la Plaza de Toros y la Estación del Norte, en Campanar, en Tres Cruces, en la carretera de Malilla, en algunos puntos de la Avenida de Blasco Ibáñez, en la Plaza de América y por el Puerto.

Estas aves recogen el barro del lecho del Turia, en las huertas, en solares y jardines, y lo amasan con sus picos como un alfarero hasta construir un nido redondo. "Muchos vecinos destruyen estos nidos alegando que afean y ensucian las fachadas, ignorando que se trata de especies protegidas por la ley", indicó Bernal.

Al respecto, comentó que, "muchas veces, basta con colocar una tablilla, a modo de marquesina, debajo del nido para impedir que los excrementos caigan al suelo o ensucien la fachada".

Por su parte, la Golondrina Común 'oroneta', que anuncia la llegada de la primavera y es la más rural de las tres especies, necesita campo y más tranquilidad para criar. Por este motivo, hace vuelos rasantes sobre las huertas, las calles tranquilas de las pedanías y las rotondas buscando insectos.

Además, forma grandes dormideros prenupciales y postnupciales en cañares de difícil acceso, ocasión que los técnicos aprovechan para realizar capturas mediante redes especiales. "Gracias a las anillas que algunas de estas aves llevan en las patas conocemos, entre otros datos, donde han nacido", señaló la concejala.

Los vencejos comunes 'falciots' son aves de color negro y alas en forma de guadaña, que tienen grandes colonias en los barrios antiguos de la ciudad como Russafa, Ciutat Vella o el Cabanyal. De hecho, ya puede vérseles de nuevo en las Torres de Quart, tras las obras de restauración recientemente concluidas.

OTRAS ESPECIES.

Otra especie que ya ha llegado a la ciudad desde África es el Autillo (Otus scops), un diminuto búho que vive en grandes parques y jardines con arbolado viejo y espeso. Habita en el Jardín Botánico, el Jardín de Viveros, la Alameda y allí donde haya un jardín con arbolado alto y viejo, con huecos donde hacer su nido.

Otras aves más pequeñas que también vienen de África, aunque pasan mucho más desapercibidas, son las Currucas Mosquiteras, las Currucas Zarceras, las Currucas Zarcerillas, los Mosquiteros Musicales, los Mosquiteros Patialbos, los Papamoscas grises y los Papamoscas Cerrojillos.

Su menor tamaño y sus hábitos más recatados les hacen pasar desapercibidos para la mayoría de los ciudadanos. Sin embargo, los técnicos de Sanidad Animal tienen "estaciones de escucha y de captura" en algunos jardines de la ciudad donde se registra el paso de estas aves.