VALENCIA, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Acción Psoriasis, en colaboración con la compañía biomédica Pfizer, ha celebrado este sábado una campaña de concienciación en la playa de La Malvarrosa de Valencia para normalizar esta enfermedad entre la población general y apoyar a pacientes y familiares bajo el lema 'Es Psoriasis. ¡Y qué!'.
Según han informado los organizadores en un comunicado, por desconocimiento la psoriasis puede generar discriminación o rechazo social y por eso varios voluntarios y pacientes han recorrido la playa para proporcionar información sobre la enfermedad y resolver dudas.
Además, se han repartido calcomanías que simulan una placa de psoriasis para que la población "viva en su propia piel cómo se sienten estos pacientes y se identifique con los afectados".
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel crónica y no contagiosa relacionada con el sistema inmunológico que se caracteriza por la aparición de zonas de inflamación rojas con escamas que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo. Esta enfermedad afecta a cerca de 115.000 personas en la Comunitat Valenciana y produce además graves consecuencias a nivel psicológico y social que los pacientes padecen de forma más acentuada durante el verano, la estación del año más beneficiosa para la mayoría de los afectados de psoriasis.
El director de Acción Psoriasis, Santiago Alfonso, ha explicadoque la playa es uno de los lugares que más pone a prueba a los pacientes de psoriasis, dado que es "un momento en el que hay que mostrar la piel" y "muchísimos pacientes se sienten avergonzados".
"Con esta campaña animamos, por un lado, a los pacientes a mostrarse y, por otro, que sean los propios pacientes los que expliquen a todo el mundo qué es la psoriasis, como se sienten, y sobre todo que ésta no es contagiosa", ha incidido.
Irene Escribano, portavoz de la iniciativa en Valencia y paciente de artritis psoriásica, ha comentado que "en la playa nuestro traje es nuestra piel y para nosotros es importante sentirnos comprendidos e integrados, ya que una gran parte de la gravedad de esta enfermedad se encuentra en la carga emocional que le supone al que la padece".
"Para muchos de nosotros el desnudarnos y enseñar nuestras placas o nuestras articulaciones deformadas supone romper una gran barrera que creo que es necesaria para empezar a aceptar esta enfermedad y hacerle frente", ha admitido.
