Angelika Kirchschlager inaugura el XIX Ciclo de Lied en el Teatro de la Zarzuela

Anita
CENTRO NACIONAL DE DIFUSIÓN MUSICAL
Actualizado: domingo, 14 octubre 2012 18:50

MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

El próximo lunes 15 de octubre, la mezzosoprano Angelika Kirchschlager, junto al tenor Ian Bostridge y el pianista Julius Drake, inaugurarán el XIX Ciclo de Lied en el Teatro de la Zarzuela con el clásico de Hugo Wolf (1860-1903) Spanisches Liederbuch (Cancionero español).

El ciclo, organizado desde esta temporada por el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) y el Teatro de la Zarzuela se extenderá hasta el 7 de mayo del año próximo con seis recitales más de Amanda Roocroft (18 de diciembre); Matthias Goerne (5 de febrero de 2013); Christiane Iven (19 de marzo) y Florian Boesch que cerrará esta edición demostrando de nuevo su maestría schubertiana con el clásico Die schóne Müllerin (La Bella molinera). Entre tanto, debutan en el ciclo Anna Caterina Antonacci (23 de abril) y la española Elena Gragera (26 de noviembre).

Entre los acompañantes destacan algunos de los mejores pianistas del género liederistico: Malcolm Martineau, Julius Drake, Roger Vignoles, Alexander Schmalcz, Burkhard Kehring, Donald Sulzen y Antón Cardó.

DOS DÉCADAS CREANDO PÚBLICO

Este Ciclo de Lied ha acogido en sus años de existencia a figuras consagradas como Victoria de los Ángeles, Gundula Janowitz, Teresa Berganza, Herman Prey o José van Dam, junto a quienes van integrando la actual oferta camerística, desde Thomas Hampson o Dame Felicity Lott a Joyce DiDonato o Philippe Jaroussky. También intérpretes procedentes de España (María Bayo, Nancy Herrera, Gabriel Bermúdez) hasta América Latina (Juan Diego Flórez, Bernarda Fink).

El Ciclo, por otra parte, ha servido para desarrollar en el público aficionado y en la crítica especializada un campo del repertorio que, tradicionalmente, se consideró marginal u ocasional, ligado a las figuras del estrellato lírico o a especialistas de género y de audiencia.

El Ciclo ha valido, también, para que un nuevo sector de público se fuese formando en sus gustos e incorporando a su memoria de melómanos una cantidad de obras antes menos frecuentadas. La naturaleza del formato llamado recital colabora especialmente a tales fines. Sin aparato escénico, sin compañía de masas, el cantante de cámara, junto a su pianista, desnuda el mensaje musical. En una sola velada cabe una variedad amplísima de épocas, estilos, escuelas y lenguas.