MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La joven bailaora Belén López debuta en Madrid con su ballet, presentando el espectáculo 'Atrapados por el arte', una historia de "pasiones en la que la lucha por conseguir un sueño se ve truncada, como les ocurre a muchos jóvenes que se dedican al baile", explicó hoy la artista tarraconense, que se subirá al escenario del Teatro de Madrid los próximos días 21 y 22 de enero, junto a las también jóvenes promesas del flamenco Jorge Muelas, José María Maldonado y Mónica Martín.
Este espectáculo, que se estrenó en el Metropol de Tarragona en enero de 2005, está basado en una historia "de la vida cotidiana". "trata de la lucha por alcanzar un sueño que a veces se ve truncado", explicó López, que dio gracias por haber logrado tener su propia compañía siendo tan joven y reconociendo que, por desgracia, muchas personas no tienen la ayuda con la que ella ha contado.
"Muchos compañeros no han podido seguir en esta profesión", subrayó López, quien contó cómo surgió su compañía, no exenta de problemas. López, con sólo 17 años, ya tenía su compañía propia, si bien le costó a su familia hipotecar su vivienda, tras ser "engañadas por un señor del que no voy a decir el nombre".
El ballet está compuesto por doce bailarines, tres cantaores, dos guitarristas, flauta/saxo, percusión, viola y chelo. "Con un poquito de valor y coraje montamos la compañía", precisó López, que estuvo acompañada por la directora artística de El Corral de la Morería, Blanca del Rey, local donde actúan estos días.
LA ESENCIA DEL FLAMENCO
López explicó parte del espectáculo, señalando que mezcla "clásico español y flamenco". "Intento mantener la esencia del flamenco", precisó esta joven, que con sólo 5 años actuó ante Antonio El Bailarín en un homenaje a la célebre Carmen Amaya y con 15 años actuó ante la Reina en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Seguiriya, soleá por bulerías, caracoles "que están muy abandonados", en homenaje a Antonio, o tangos son algunos de los palos que tocan en este montaje, que incluye una canción de Dulce Pontes.
"En Tarragona nos recibieron con los brazos abiertos", recordó una bailaora que siempre incluye en sus espectáculos "las alegrías de pantalón, que no hay quien me las quite; y la soleá, que es palo con el que saco más mi lado sentimental".
Blanca del Rey, que se refirió a Belén López como "nuestra niña, pese a su madurez insólita", señaló que este ballet representa "la juventud del flamenco de derecho". Y aprovechó para reivindicar las artes escénicas, en general, y el flamenco, en particular. "No tenemos ayudas y el camino es cada vez más espinoso", concluyó.
