Las esculturas de Lorenzo Quinn se pueden contemplar en el Centro Cultural de Ibercaja de Huesca

Actualizado: martes, 10 enero 2006 21:30


HUESCA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Centro Cultural Ibercaja Huesca comienza 2006 con una exposición de esculturas de Lorenzo Quinn, que se inaugura hoy, 10 de enero, y que se prolongará hasta el 17 de febrero. La muestra reúne cerca de veinte esculturas realizadas en bronce, combinado en ocasiones con hierro, latón y arena.

Las manos humanas son protagonistas indiscutibles de muchas de las piezas que componen la muestra: manos que se unen, que se ayudan entre ellas, manos protectoras. La figura humana también es un elemento relevante en las esculturas de Lorenzo Quinn. Según los expertos, las obras de Lorenzo Quinn reflejan la búsqueda de un mundo unido, lleno de emociones y de valores.

Además, cada una de sus obras representa un periodo de su vida, un sentimiento, un símbolo. Títulos como Alma, El árbol de la vida, La creación, Ayuda, Alma y corazón, Hipocresía, El bien y el mal o El tiempo no se detiene, son ejemplos evidentes del significado que el autor pretende dar a sus creaciones.

Lorenzo Quinn nació en Roma en 1966, aunque se crió a caballo entre Estados Unidos e Italia, fue en Italia donde aprendió a apreciar el arte. Estudió en la American Academy of Fine Arts (Facultad de Bellas Artes) de Nueva York y en talleres y en fundiciones, tanto de Estados Unidos como de Europa. Se inició como pintor en 1982, pero pronto descubrió que en sus trabajos faltaba una dimensión. Cambió a la escultura por una necesidad creativa.

La escultura le permite transmitir sus sentimientos más íntimos al espectador; de hecho, es esta comunicación directa lo que Lorenzo pretende constantemente en todas sus obras. "Es el espectador el que me interesa, --afirma-- y no el crítico de arte. Hago arte para mí y para aquellas personas que desean ir a dar un paseo por mis sueños". Su inspiración creativa procede de las experiencias cotidianas de la vida, así como de la poesía y la literatura en general, pero, sobre todo, de observar la energía vital.

El Realismo Simbólico es la nomenclatura utilizada más comúnmente al ver sus obras. Saborear la vida al máximo es muy importante para Lorenzo, lo que le permite disfrutar los múltiples aspectos de la existencia. La obra de Lorenzo forma parte de grandes colecciones privadas en todo el mundo. Con tan solo 21 años se ganó el respeto de la comunidad artística de Nueva York, creando una obra para las Naciones Unidas de la que se hizo sello; también el Vaticano le encargó esculpir la imagen de San Antonio para conmemorar el VIII Centenario del nacimiento del santo.

Otras colecciones destacadas que reúnen obras de Quinn son la del Museo Thyssen o la colección privada de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, que tiene cinco esculturas del artista. Lorenzo Quinn ha expuesto en los cinco continentes y su obra está presente en las principales en ferias internacionales de arte. Ha realizado más de 100 exposiciones por todo el mundo.

En estos momentos trabaja en la creación de toda la obra escultórica del complejo deportivo que acogerá los próximos juegos olímpicos asiáticos de 2006, que se celebrarán en Doha, Qatar. Recientemente ha terminado obras públicas para Londres y Birmingham y está preparando la escultura Legado para el Ayuntamiento de San Climent (Barcelona).