El espectáculo 'Pereda-Galdós: Una conversación' cierra hoy en Cabezón de la Sal su campaña por Cantabria

Actualizado: lunes, 24 abril 2006 16:00


SANTANDER, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

El espectáculo 'Pereda-Galdós: Una conversación', una producción de la Universidad de Cantabria y La Machina Teatro, se representará hoy lunes en el Instituto de Educación Secundaria de Cabezón de la Sal, finalizando así la campaña llevada a cabo en el último mes, que se ha plasmado en 20 representaciones por toda la región.

Así, según recuerda La Machina en un comunicado, se realizaron diez funciones en el Mercado del Este, patrocinadas por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santander; y por otro lado, se desarrolló una campaña dentro de la programación cultural de Caja Cantabria, marco en el que se encuadra esta última función de Cabezón de la Sal.

'Pereda-Galdós: Una conversación' es un espectáculo producido por la Universidad de Cantabria, a través de su Vicerrectorado de Extensión Universitaria y con la implicación de las Aulas de Letras, Patrimonio Cultural y Teatro, como "un regalo de la institución universitaria a la ciudad de Santander".

La producción ejecutiva y creación artística han sido obra de La Machina Teatro, compañía concertada con la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, el INAEM del Ministerio de Cultura y la propia Universidad de Cantabria.

Este montaje pone en escena una visita de Benito Pérez Galdós a Santander en el año 1871, adonde acude atraído por la fama de José María de Pereda como novelista. Se aloja en la Fonda Europa y Pereda, que se entera, le pide a un camarero que les presente.

A partir de entonces los dos autores se hacen íntimos amigos.

Pereda le busca sucesivos alojamientos y casi le obliga a que siga volviendo a Santander para tomar los baños de ola y disfrutar del fresco nordeste.

En el texto propuesto para este espectáculo, ambos personajes se encuentran en una solitaria cafetería santanderina. Con la excusa de que van a llegar a Santander unos amigos de Galdós, éste le pide a Pereda que le trace sobre un mapa un recorrido por la ciudad. Pereda, enamorado de su tierra, encantado con el encargo desmenuza las viejas calles del Santander de finales del XIX: calle de la Compañía, Cuesta de Garmendia o del Cordelero, calle Alta, puente de Vargas, calle del Mar, Cabildo de Abajo, calle del Arcillero..., al tiempo que llena su narración de detalles, impresiones y recuerdos.

En la dramaturgia ha primado el elemento amistad, sazonado con unas gotas de humor. Se presenta, según explica La Machina, a "dos hombres ideológicamente opuestos que construyeron, año tras año, una profunda relación intelectual, dos hombres que superaron sus diferencias políticas, que se apoyaron y alabaron en sus respectivos círculos y a los que les unió el amor por la vida, el conocimiento y el ser humano".

Esta breve obra "es una fantasía" en la que el autor y la compañía se han tomado alguna licencia con objeto de "potenciar el desarrollo dramático y dinamizar la escenificación". Se trata de una pieza que, a medida que evoluciona, "desconcierta al espectador, situando a los personajes en un espacio aparentemente cotidiano -una cafetería-, que se convierte, por la falta de un camarero que les atienda, por la falta de clientela, por el silencio que lo cubre, en un lugar fantasmal".

"De alguna manera son dos fantasmas del pasado no conscientes de su propia muerte. De alguna manera son dos personajes inmortales, radicados en la memoria de Santander", añade La Machina.

El autor del texto es el galardonado dramaturgo cántabro Alberto Iglesias, que ha escrito la obra a partir de textos de los dos escritores y de diversa documentación.

Los actores que interpretan a los escritores son Miguel Meca (Pereda) y Luis Oyarbide (Pérez Galdós). El vestuario es obra de Paula Roca, la caracterización es responsabilidad de Marián Puente, los autores de la escenografía e iluminación son José Helguera y Víctor Lorenzo, la responsable de gestión y distribución de la compañía es Eva Cuartango y la dirección recae en Francisco Valcarce.