MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Durante la segunda guerra mundial, un batallón del ejército alemán se hizo famoso por la fiereza con la que hostigaba a sus enemigos, practicaban lo que se llamó 'la guerra relámpago' e iban montados en bicicleta. Esta es una de las cosas que pueden aprenderse al ver la muestra 'Museo de la Bicicleta' que, desde el 21 de agosto, se expone en el Centro Comercial Gran Vía de Hortaleza de Madrid.
Una bicicleta que corrió el Tour de Francia en 1937, otra con ruedas de madera, una en la que el ciclista iba montado sobre la rueda delantera u otras dos con sidecar... En total, la exposición cuenta con veinte bicicletas auténticas, a cual más pintoresca, que estuvieron en uso entre los años 1860 y 1945.
De manera didáctica, la intención de los organizadores de la muestra es que, a través de la contemplación de modelos originales de bicicletas de distintas épocas, los visitantes puedan hacerse una idea de cómo ha evolucionado este deporte desde sus inicios.
"Se puede ver la evolución de la bicicleta, cómo se le van añadiendo más cosas a la máquina; primero no tenían ni cadena ni frenos", explicó a Europa Press Televisión una de las encargadas de la exposición, Carola Pérez, que añadió que cada una de las bicis expuesta "viene de distinto sitio y cada una tiene su historia".
Entre las curiosidades de la exposición destaca una pareja de bicicletas de principios del siglo XX, una diseñada para los caballeros y otra para las señoras. "La de mujer llevaba una especie de hilos para que no se les enganchasen las faldas", apuntó Pérez.
Según los responsables de la muestra, en sus inicios, se pensó que la bicicleta solucionaría todos los problemas de transporte y se aplicó a todas las profesiones. Así, en la exposición pueden verse las bicis que, a principio de siglo utilizaban los bomberos, los repartidores de cerveza 'Estrella Down' o los militares.
La bici que más expectación ha causado entre el público que ha visitado la muestra es una de finales del siglo XIX en la que el ciclista iba montado encima de la rueda. "Es muy bonita, muy original", comentó a Europa Press Televisión uno de los visitantes de la muestra, Francisco Rodríguez, que sin embargo afirmó no estar dispuesto a subirse a ella: "No a mi edad", bromeó.
Entre los visitantes, jóvenes que miraban todo como quien lee un cuento de ciencia ficción y ancianos que reconocían en alguna de las piezas expuestas la bicicleta de su juventud. "Ahí hay una bicicleta con un farolito, en la posguerra teníamos un portero que tenía una igual", recordó otra de las visitantes.
