MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
La exposición 'Francisco Nieva: el teatro de los sueños' que acoge desde hoy hasta el 2 de abril en nuevo Teatro Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional (CDN) en su Sala Polivalente, pretende rendir un homenaje a la faceta como escenógrafo y figurinista de este dramaturgo.
Según explicó hoy el director del CDN, Gerardo Vera, la Sala Polivalente "destinada a acoger a la vanguardia a nivel plástico y dramático" es el espacio "más querido e interesante" de este teatro de nueva planta inaugurado la pasada semana en el madrileño barrio de Lavapiés una de cuyas dos salas (que se inaugura hoy con la obra 'Barcelona, mapa de sombras' de Lluïsa Cunillé) lleva precisamente el nombre del dramaturgo.
Vera dijo de Francisco Nieva, de quien fue discípulo, que supuso para él "el descubrimiento de la modernidad" y recordó su trabajo para el montaje 'Pigmalión' que dirigió Adolfo Marsillach, y a partir del cual Nieva se convirtió en "referente fundamental". "Ha sido un escenógrafo con ingredientes de autoría tan enormes que le han convertido en uno de los hombres de teatro más importantes de España. Su alma, corazón y talento impregnan estas paredes desde hoy mismo", aseguró.
ROMPER BARRERAS
Francisco Nieva, que calificó de "juguete precioso" la Sala que lleva su nombre, recordó algunas de sus experiencias teatrales y afirmó que desde el principio siempre quiso "romper las barreras entre el teatro a la italiana y el teatro ilusionista".
El dramaturgo confesó que en su momento le parecía "un rebajamiento" ganarse la vida como escenógrafo. "No me contentaba aunque lo que sí me gustaba, en cambio, era ser pintor y dramaturgo a la vez, como Rusiñol". "Al final decidí ser modesto y rebajar mis aspiraciones de competir con grandes figuras", apostilló.
Nieva dijo también que llegó de los últimos y que hizo lo que pudo, incluyendo "muchas locuras" que le sirvieron de "experiencia". Asimismo aludió a sus creaciones para diferentes propuestas escénicas de autores clásicos y afirmó que "intentó soñar como lo hubiera hecho cualquiera de esos autores".
El escenógrafo y escritor aludió también a Valle-Inclán, "que tenía un enorme gusto teatral y un orden estricto" y se refirió a lo adelantado que era para su tiempo este autor dramático.
Por otra parte, Francisco Nieva recordó algunos de los artistas que más influyeron en su carrera como Max Ernst, Grandville o Tenniel (uno de los ilustradores de 'Alicia en el país de las maravillas'). Y finalmente, se congratuló y felicitó a "los diferentes Gobiernos" por la apertura del nuevo Teatro Valle-Inclán que viene a paliar "la carencia de espacios escénicos para grandes producciones", dijo.
EXPOSICIÓN
La exposición que ahora se muestra en el Teatro Valle-Inclán ha contado con la colaboración del Museo Nacional del Teatro que dirige Andrés Peláez, quien señaló que aunque parezcan contrapuestas las palabras "museo" y "teatro", en esta ocasión el museo se impregna de la vida del teatro.
Seleccionada de entre los más de 350 dibujos de los fondos del citado Museo, esta colección pretende dar cuenta del esfuerzo y trabajo realizado por Nieva en los últimos 40 años. Así se exponen figurines suyos de distintas obras como 'El baile de los ardientes', 'La dama duende', 'La marquesa Rosalinda' o 'Romance de lobos'; escenografías de 'Don Quijote', 'Pelo de tormenta', 'El buque fantasma', 'El zapato de raso', 'La forza del destino' o 'Sombra y quimera de Larra'; y vestuario de 'Los intereses creados', 'El círculo de tiza caucasiano' y 'Las aventuras de Tirante el Blanco'.
La muestra está presidida por un retrato del autor realizado por José Pedreira en 2005.
