El Museo Thyssen exhibe la primera retrospectiva en España del artista israelí Avigdor Arikha

Thyssen
Actualizado: martes, 10 junio 2008 12:49


MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Museo Thyssen-Bornemisza exhibe, desde hoy y hasta el 7 de septiembre, la primera exposición retrospectiva en España del pintor israelí Avigdor Arikha (Bukovina, Rumania, 1929). Un total de 95 obras -óleos, dibujos y pasteles- ofrecen un amplio recorrido por su producción artística desde 1965 hasta la actualidad.

Pintor y dibujante de nacionalidad israelí y francesa, afincado en París desde 1954, Avigdor Arikha es un artista de culto además de historiador del arte y comisario de exposiciones, así como escritor y conferenciante. Ha defendido y practicado desde hace décadas la pintura del natural, basada en la observación. Son conocidos sus retratos, desnudos, paisajes o naturalezas muertas, realizados de forma realista y espontánea, habitualmente en una única sesión y sin dibujo previo.

Según resaltó Guillermo Solana, conservador jefe del Museo Thyssen y comisario de esta exposición, Arikha (que ya participó como comisario en otra muestra en este Museo) es "un resucitado" tanto desde el punto personal como artístico. "Fue rescatado del destino trágico de los campos de concentración y recreció en el hogar judío de Palestina. Estuvo al borde de la muerte en numerosas ocasiones. Pero también resucitó en su vocación artística, pues en marzo de 1965 se convenció de que el arte abstracto estaba agotado y comenzó con hambre en los ojos a dibujar del natural", explicó Solana.

"Sólo ocho años después y tras realizar numerosos dibujos y grabados del natural y de un estudio concienzudo de la historia del Arte, volvió a la pintura, pero siempre del natural, por la que siente una adhesión fanática y apasionada", añadió el conservador jefe del Thyssen.

CARÁCTER EFÍMERO DE LA VIDA

Según Solana, la pintura es un "testimonio de vida" para Avigdor Arikha. "Ese carácter efímero y fugitivo de la vida está explícito en cada pieza de esta exposición, asesorada por el propio artista y que se ha pretendido hacer transparente", indicó.

Dos salas acogen esta muestra. En la planta baja se reúnen las primeras tintas Sumi que son el origen de su compromiso con el natural. Grafitos duros y blandos, carboncillo y pasteles se agrupan en este espacio.

En la segunda sala se halla la pintura al óleo del artista. Aquí se encuentran los cuadros que muestran la vida más inmediata de Arihka, el ámbito íntimo del pintor. "Son pinturas dedicadas a su estudio, su biblioteca, con objetos personales y la presencia de su esposa y el mundo que ella representa, su modelo más constante", apuntó Solana.

También se muestra en esta sala la variada dedicación del artista a los géneros de la pintura, con retratos, naturalezas muertas y objetos cotidianos que demuestran su "talento para jugar con los bordes de la pintura", dijo el conservador jefe del Thyssen quien concluyó recordando que la "constancia y la fidelidad a la verdad" son innatas a este artista que lo ha hecho, y lo hace todo, "heroicamente solo", como dijo Beckett.

Arihka, que acudió a esta presentación, sólo quiso resaltar el "enorme trabajo" que ha supuesto la exposición para el Museo Thyssen y el tiempo largo de gestación de la misma. Una muestra que, debido al mal tiempo de hoy en Madrid, ha tenido que verse con luz eléctrica, "lo cual tampoco está mal" declaró.

APUNTES BIOGRÁFICOS

Avigdor Arikha es ciudadano israelí y francés, nació en la localidad rumana de Bukovina en 1929. Comenzó a realizar sus primeros retratos a partir del natural a la edad de nueve años. Rumania le deportó junto con su familia en 1941 a los campos de concentración de Ucrania oriental, donde murió su padre en 1942.

Sobrevivió al Holocausto gracias a los dibujos que realizó durante la deportación y que llegaron a manos de los delegados de la Cruz Roja Internacional, institución que dirigió la liberación de los niños huérfanos a comienzos de 1944. Avigdor y su hermana se unieron a ellos, recibieron otros nombres y fueron liberados y enviados a Palestina. Pasó su juventud en el kibbutz Ma'aleh-Hahamisha, desde 1944 a 1948. En 1948, fue herido de gravedad en la Guerra de la Independencia israelí.

Desde 1946 a 1949 estudió en la Bezalel School of Applied Arts, en Jerusalén, cuyas enseñanzas estaban basadas en los métodos de la Bauhaus. En 1949 fue galardonado con una beca que le permitió estudiar en la École des Beaux-Arts de París (1949-1951), donde aprendió las técnicas de la pintura al fresco. Viajó a Italia y regresó a Jerusalén en 1951, donde ilustró'El Corneta de Rilke' y 'El viejo y el mar' de Hemingway. En diciembre de 1953 viajó a Suecia. Visitó Dinamarca, Holanda, Bélgica y Gran Bretaña, regresando a París en 1954. En los años cincuenta estudió filosofía en la Sorbonne (con Jean Wahl) y entró en la Mathiessen Gallery London en 1956.

Su pintura evolucionó hacia la abstracción en 1958, pero renunció a ella en 1965 para dedicarse a dibujar exclusivamente a partir de la observación, más tarde se dedicó al aguafuerte, también a partir del natural. Comenzó a pintar de nuevo en septiembre de 1973, tratando todos los temas (retratos, naturalezas muertas, paisaje o desnudo) en una sola sesión. Desde 1954, Arikha reside la mayor parte del tiempo en París.