"El que quiera ver una imagen negativa, es su problema"

Actualizado: miércoles, 17 febrero 2010 20:01

MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

El artista catalán Eugenio Merino, autor de la polémica pieza 'Escalera hacia el cielo', que muestra en ARCOmadrid a tres creyentes (un musulmán, un cura y un rabino) orando uno encima de otro, aseguró hoy a Europa Press que su obra representa una "imagen positiva" y "el que quiera verla negativa, es su problema". Así se expresó tras el comunicado enviado hoy por la embajada israelí, que asegura que sus obras tienen "elementos ofensivos".

En este sentido, el artista reconoció que no es "antisemita" y que sólo se dedica al arte. "Yo me dedico al arte y acepto que piensen lo que quieran. He hecho una pieza que se supone que habla de la unidad de las religiones y de la alianza de civilizaciones en cualquier caso. Siempre hay problemas con dónde pones a uno y dónde a otro, y hay que elegir", alegó Merino.

En esta misma línea, explicó que con la religión siempre hay "problema" y precisó que ha intentado ser "respetuoso al máximo". "Acepto su crítica pero ellos deben aceptar mi trabajo", indicó este artista, quien considera que su pieza no es "agresiva" porque tiene un "aire de cierta religiosidad".

"Siempre hay una opinión o interpretación que no puedo controlar. Lo que otros piensen depende de muchos elementos que no puedo controlar, como el lugar donde hayas vivido. La lectura de la obra es muy clara: es una torre donde las tres grandes religiones colaboran para llegar a un mismo fin. El mismo fin es Dios", explicó Merino, quien reconoció que "tanta polémica" no le interesa.

"Todos ellos tienen una clase de libros y profetas que comparten, y simplemente propongo una alianza y aceptación de todos los valores que tienen unos y otros", agregó el artista, para quien la provocación "está en toda obra de arte".

COMPRADA POR UNA COLECCIONISTA BELGA

Preguntado por la compradora de la pieza, Merino aclaró que es una coleccionista belga e indicó que no conoce el destino final de esta pieza.

En este sentido, el director de la galería ADN, Miguel Ángel Sánchez, matizó que la compradora le había comentado que tenía la intención de colocar la pieza en una institución o fundación, pero precisó "que sólo fue un comentario".

Respecto a otra pieza, colocada también en la galería ADN, en la que aparece un candelabro y una metralleta, reconoció que quizás ésta sea un poco "más ofensiva". "Pero, en el fondo también habla de paz", insistió.

"La metralleta es una Uzi, una metralleta israelí. Proponía una visión donde se reciclan los elementos para convertirlos en otra cosa que no mata", explicó. "Puedo aceptar que alguien me diga que mi obra no acaba de ser lo que parece, pero al final lo que yo digo que he hecho, es lo que es", concluyó.