Emilio Lledó: "La obsesión con ganarse la vida es la manera más terrible de perderla"

Actualizado: sábado, 6 diciembre 2014 6:29

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

"La obsesión que se tiene desde jóvenes con ganarse la vida es la manera más terrible de perderla", ha manifestado Emilio Lledó en un encuentro con los medios minutos antes de que se diera a conocer que había sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2014.

El filósofo y académico Emilio Lledó ha advertido sobre la obsesión con el trabajo, durante un encuentro con los medios, con motivo del XVIII Premio Antonio de Sancha, concedido por la Asociación de Editores de Madrid, que recogerá el próximo 9 de diciembre en un acto que tendrá lugar en la Casa del Lector de Matadero, en Madrid.

Lledó fue catedrático de instituto y de universidad, por lo que, aunque aquella etapa ya queda muy lejana --el pasado 5 de noviembre cumplió 87 años-- tiene "cierta experiencia" para ver que actualmente la sociedad se está "ofuscando" por un "afán de pragmatismo" que lleva, por ejemplo, a que muchas universidades, tanto privadas como alguna pública, aseguren que los alumnos trabajarán en cuanto terminen los estudios.

Esto, a su juicio, es una "monstruosidad", puesto que esa "obsesión desde jóvenes con ganarse la vida es la manera más terrible de perderla", tal y como ha señalado, en referencia a las palabras del filósofo Walter Benjamin. En este sentido, ha indicado que en la vida hay tres niveles: el económico, el de cuerpo y por encima la mente. "Trastocar eso y poner por encima lo práctico es una deformación", ha indicado.

A Lledó le gusta ser "discreto" en sus diagnósticos sobre la actualidad, tal y como ha confesado y, por ello, prefiere recordar puntualmente el motivo por el que se ha reunido con los medios de comunicación: "Sancha era una figura genial". Sin embargo, ante las preguntas de los periodistas no puede evitar relacionar la filosofía con la actualidad y recordar que una de las obsesiones del estudio sobre las preocupaciones del hombre ha sido la "decencia" y, tal y como señaló Aristóteles, "el indecente no solo corrompe sino que la mismo tiempo lleva a la ruina a la ciudad en la que está".

Sus reivindicaciones, sin embargo, no tienen un fundamento "pesimista", puesto que, según ha destacado, ahora, igual que en la Guerra Civil, "tenemos esperanza, aunque a veces estamos ligeramente desesperanzados".

En cuanto a las humanidades, Lledó opina que "la cultura de un pueblo está en su cabeza" y "el cultivo de las humanidades es necesario para el pragmatismo de la riqueza", por lo que ha subrayado que "la muerte de la cultura sería la muerte de la sociedad". Por este motivo, no entiende por qué se eliminan asignaturas como la filosofía, algo que a su parecer es "lamentable".

En este punto, ha puesto de relieve que el interés que tienen los jóvenes por la cultura hoy en día es "extraordinario", algo contrario a lo que dicen tras voces, tal y como ha admitido, aunque sostiene que es algo que él mismo ha comprobado en un instituto de Toledo. "Fui a otorgar los premios de final de curso y un grupo de alumnos se había vestido para representar 'La Ilíada'. Si transmites amor y cariño, eso se contagia", ha dicho.

AMOR POR LOS LIBROS

Lledó nació en Sevilla en el año 1927 y, tras licenciarse en Filosofía en Madrid, recibió una beca de la Alexander von Humboldt Stiftung y más tarde consiguió una plaza universitaria en la ciudad alemana de Heidelberg. Según ha indicado, sigue siendo el mismo que se fue a Alemania con una "maleta de cartón", una etapa que recuerda con cariño, puesto que en aquel momento "España era un país triste" y quería escapar.

Su relación con los libros va unida a su trayectoria personal y profesional. Según ha contado a los medios, tiene la casa llena de volúmenes, cuya cifra total alcanza los 10.000. Por ello, los libros son su vida y con ellos podría reconstruir los 87 años de experiencias y aprendizajes.

De hecho, no imagina las paredes vacías y blancas, solo con algún "aparato" lleno de libros --en referencia a los dispositivos electrónicos--, sino que las prefiere llenas, puesto que la compañía de todos los escritos que atesora en sus baldas es "más maravillosa". "Son los compañeros de la vida, el don más hermoso que podemos tener los seres humanos", ha dicho.

En cuanto a la piratería, el académico opina que "no se han de aceptar batallas perdidas" y aboga por respetar los derechos de los autores, al igual que los de "otros vendedores de objetos".

En referencia a los libros electrónicos y a su papel en la cultura, Lledó cree que "la tecnología es una ayuda enorme", pero no considera que esté relacionado directamente con la educación: "La cultura de un país no se hace porque un niño tenga un ordenador", ha concluido el filósofo, quien prefiere "tocar" las páginas que se vuelven amarillas y envejecen al mismo tiempo que lo hace su cuerpo.