Samanta Schweblin publica la novela 'Kentukis': "El mal real detrás de la tecnología es otro ser humano"

Samanta Schweblin
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Actualizado: lunes, 22 octubre 2018 18:56

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La escritora argentina Samanta Schweblin -nominada en 2017 al Man Booker Prize por su primera novela, 'Distancia de rescate'- publica su nueva novela 'Kentukis' (Literatura Random House) con la que explora los límites de las nuevas tecnologías y la relación de los seres humanos con ella a través de diferentes relatos y protagonistas.

"Hoy por hoy el mal real detrás de la tecnología es otro ser humano", ha expresado la autora en un encuentro con medios, este lunes 22 de octubre, tras señalar que con este libro no pretende criminalizar las nuevas tecnologías. "Solemos tener la idea ingenua de pensar que la tecnología es el mal, como si nos fuera a hacer daño", ha añadido.

Y es que los Kentukis son una mezcla de peluche y robot. Podrían ser una versión moderna del Furby, pero en esta ocasión no funcionan con pilas, si no que están manejados por personas anónimas que se esconden detrás de un ordenador y manejan el peluche a su antojo. De este modo, el Kentuki es el acceso remoto de un ciudadano a la vida privada de otro.

En la novela, Schweblin narra las relaciones de distintos personajes con sus respectivos Kentukis, tanto desde el punto de vista de "los amos", como desde el punto de vista de aquellos que deciden permanecer en el anonimato y ser un peluche robótico que vive tras una pantalla.

"Con este libro yo quería hablar de los problemas de la tecnología de hoy en día sin que la tecnología fuera un problema", ha señalado. Por ello, en este relato entran en juego reflexiones como que "la tecnología está avanzando tan rápido" que no está permitiendo un tiempo "para que la sociedad pueda pensarla".

Es entonces cuando surgen problemas como "el descontrol" de no saber hasta que punto "te metes en la intimidad del otro" y "hasta que punto las personas son capaces de dañar algo tan delicado". "Hay una serie de límites morales y éticos que no hemos acordado ni siquiera en las redes", ha expresado. En este sentido ha matizado que con los Kentukis "es más fuerte aún" puesto que "están viviendo otra realidad a tiempo real".

Así, con esta novela la autora habla de un invento "espacial" que te permite "moverte por la casa de otra persona, de manera anónima, y en cualquier otro lugar del mundo" una idea "que le parece tentadora". Para ella, crear un Kentuki es "económicamente asequible" y "completamente real". "Yo si pudiera querría tener uno por la curiosidad de ver el deseo del otro", ha dicho.

En cualquier caso, lo que Schweblin no alcanza comprender es "como es posible que no se hayan inventado los Kentukis y sí los drones". "Se me ocurrió la idea en un momento en el que vivía fuera, pasaba bastante tiempo sola y viajaba mucho. Fue en el momento del boom de las imágenes con drones, y cuando me imaginé a los kentukis no los pensé a modo literario, si no que pensé que quería uno", ha narrado.

Aún así, la escritora no ha querido hacer una historia de tecnologías, si no de personas humanas, y, para ello, "ha mantenido los dramas humanos" y "una conexión emocional" entre persona y Kentuki que "es real".

Asimismo, establece una comparación entre como las personas se dirigen a la tecnología y a los animales señalando que ninguno de los dos "puede hablar" y que al no haber lenguaje "no hay juicio de valor". "En la novela todas las comunicaciones con los Kentukis fracasan cuando hay lenguaje, porque entonces aparecen los juicios de valor y las diferencias éticas, ideologías y religiosas", ha concluido.

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