Mark Knopfler hace vibrar a unas 7.000 personas en el Sant Jordi de Barcelona

Reuters
Actualizado: jueves, 3 abril 2008 12:16


BARCELONA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

El músico Mark Knopfler hizo vibrar anoche a unas 7.000 personas en el Palau Sant Jordi de Barcelona a pesar del deslucido sonido que, a ráfagas, persistió durante toda la actuación. Esta ha sido la primera actuación en España de Knopfler con la gira mundial 'Kill to get crimson' que empezó el pasado septiembre con algunos conciertos acústicos en Amsterdam y que hoy recalará en el Palacio de los Deportes de Madrid -las entradas están agotadas desde el 26 de marzo-- y el sábado 5 de abril en el Coliseo Atarfe de Granada.

"¡No se oye!", vocearon los ocupantes de las gradas durante 'Cannibals' y 'Why aye man', canciones iniciáticas del concierto y de las que más turbias sonaron por desgracia de sus fans, ya que en concreto 'Cannibals' era un tema que Knopfler no tocaba en directo desde 1996 y nunca para empezar un concierto.

La actuación se encarriló pasado este primer bache que no pocos asistentes sortearon lidiando con los miembros de seguridad para que les dejasen sentarse a pie de pista y poder oir desde ahí algo mejor el concierto. Mejor lo tuvieron los que, por la distancia al escenario, tenían dificultades para ver a su ídolo, ya que a la entrada del Sant Jordi se alquilaban prismáticos por siete euros, previo depósito de un documento de identidad.

La preciosa y romántica 'True love will never fade', primera canción del nuevo disco del ex líder de Dire Straits en solitario, titulado 'Kill to crimson', ha arrancado al público a dar palmas para después, con 'The fish and the bird', del mismo disco, dejarle embelesado por su marcado aire folk, con violín y contrabajo, y el sonido del dobro, la guitarra metálica con la que Knopfler interpreta algunas canciones.

TANDEM PARA NOSTÁLGICOS

El apoteósico tándem para nostálgicos llegó con 'Romeo and Juliet' y 'Sultans of swing', dos clásicos de Dire Straits que Knopfler bordó para deleite del público, que se puso en pie al primer acorde. "¡Oe oe oe!", corearon los asistentes después de la inyección adrenalínica, a lo que los siete músicos en escena se sumaron para acompañar rítmicamente con los instrumentos.

'Marbletown' y 'Daddy's gone to Knoxville' fueron otras dos canciones que Knopfler rescató para esta gira del disco titulado 'Ragpickers', cuya 'tournée' estaba prevista para 2003 pero se tuvo que suspender por el accidente de moto que sufrió y que en la siguiente, la de 2005, olvidó por completo.

Acompañado por el guitarrista Richard Bennett, el batería Dani Cummings, los teclistas Guy Fletcher y Matt Rollings, el bajista Glenn Worf y el violinista John McCusker, Knopfler cerró el concierto con 'Postcards from Paraguay', 'Speedway to Nazaret', todo un clásico del disco 'Sailing to Philadelphia' y con un final instrumental al más puro estilo Dire Straits, y finalmente 'Telegraph Road', otro gran clásico del desaparecido grupo.

Mientras, el soporte de luces que estaba suspendido en horizontal sobre los músicos se ladeó hasta la verticalidad para mostrar al público que la tela blanca o megra que normalmente lo cubre en este caso estaba adornada con una imagen del dobro de Knopfler, igual que ilustra uno de sus discos.

La última vez que Knopfler actuó en Barcelona fue hace dos años y junto a Emmylou Harris. En el concierto de anoche, y en los que lleva de esta gira, el músico ha suprimido el set acústico durante el que los músicos tocaban sentados y ha escogido más temas con un sonido que evoca a la mejor época de Dire Straits.