MADRID, 14 Jun. (EDIZIONES - David Gallardo) -
La final de la Copa Mundial de Fútbol de 2010 se disputó el 11 de julio en el Estadio Soccer City de Johannesburgo (Sudáfrica). Casi ocho años ya de aquella victoria de España sobre Holanda gracias al celebérrimo gol de Andrés Iniesta.
Comandados por el seleccionador Vicente del Bosque, los jugadores del combinado español fueron Iker Casillas (capitán), Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol, Joan Capdevila, Xabi Alonso, Sergio Busquets, Xavi Hernández, Pedro Rodríguez, Andrés Iniesta, David Villa, Jesús Navas, Cesc Fàbregas y Fernando Torres.
Cualquiera de ellos podría tener el balón con el que España consiguió su hasta ahora único Mundial, pero no es así. Bueno, inicialmente sí, pues como capitán, Iker Casillas fue el encargado de custodiar este pequeño gran tesoro de la historia deportiva y de la cultura popular española.
Sin embargo, el portero decidió desprenderse de él tiempo atrás y regalárselo a un amigo muy especial. "Nos conocimos hará unos quince años. Quise dar una sorpresa a una amiga invitándola a ver los ensayos de Alejandro Sanz en Vistalegre. Al cabo de los años, coincidimos en el Santiago Bernabéu y entablamos amistad", explica Iker Casillas sobre su amigo en la reciente biografía Vive (Aguilar, 2018), escrita por Óscar García Blesa para repasar la vida del músico español.
Y aún prosigue Casillas rememorando: "Creo que Alejandro iba para entrenador de fútbol por lo mucho que le gusta. En el Mundial de Sudáfrica perdimos el primer partido contra Suiza. Nos escribíamos mensajes y él me daba consejos tácticos. Al final ganamos y él de broma me dice: 'Ves cómo tenía razón, cuando Del Bosque siguió mis pautas quedamos campeones'".
La pareja del futbolista, Sara Carbonero, relata en la misma biografía cómo después del Mundial de Sudáfrica pasaron unos días de descanso en Los Angeles, donde entablaron aún más amistad con Alejandro Sanz y su mujer. "Pasamos dos días muy buenos, fuimos a Universal Studios y cosas así", apunta.
De alguna manera, los consejos futbolísticos de Alejandro a Iker y los días de asueto saboreando la victoria terminaron de afianzar una relación de amistad y cercanía que propició que el balón más importante de la historia de España cambiara de manos.
"FUE UN REGALO DE IKER EN UN CUMPLEAÑOS"
Y así lo cuenta el propio Alejandro Sanz con orgullo: "Yo tengo el balón de la final de Sudáfrica contra Holanda firmado por todos los jugadores. Fue un regalo de Iker en un cumpleaños. Xavi Hernández me regaló la camiseta con la que jugó la final de la Eurocopa contra Italia. Un regalazo".
Si esto fuera Estados Unidos, el balón en cuestión seguramente estaría en algún gran museo. Pero como por suerte esto es España, lo tiene uno de nuestros cantantes más universales, quien además tiene muchos amigos en el mundo del fútbol: Culés como Xavi, Dani Alves, Piqué, béticos como Joaquín y madridistas de diversas épocas como Iván Zamorano, Luis Figo o David Beckham.
También Sergio Ramos tiene algo que decir en la mencionada biografía: "Desde que nos conocimos compartimos muchas cosas. Alejandro es muy futbolero y un gran madridista. Conoce bien a muchos jugadores. Su música me sirve de motivación. Antes de cada partido necesito un momento para mí de máxima concentración y eso solo lo consigo a través de la música. Normalmente recurro a una serie de canciones que me ayudan más a concentrarme en ese momento y entre ellas hay varias suyas".
"En la distancia corta es muy cercano. Tengo la suerte de tener una relación personal con él y, más allá de ser quien es, conmigo se comporta como un amigo. Es algo recíproco", concluye Iker Casillas, antes de que termine el propio Alejandro sus confesiones futboleras: "Mi padre era muy madridista y es como si su espíritu se hubiera apoderado de mí, aunque a veces pienso que debería ser atlético. Me gusta que gane el Madrid pero he sido bético antes que madridista y eso es para toda la vida".
