Sex Museum: "Hemos pensado en cerrarlo montones de veces"

Sex Museum
PAOLA BRAGADO
Actualizado: martes, 1 abril 2014 18:42


MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

La mítica banda española Sex Museum vuelve a reivindicar el rock con un nuevo disco que se publica este martes, 'Big city lies', "un paso adelante" en la larga trayectoria del grupo, de cuyos inicios se cumplen casi 30 años, según ha indicado el guitarrista de la banda, Fernando Pardo, en una entrevista concedida a Europa Press.

Con este disco el grupo echa la vista atrás y cierra "un círculo", ya que las 11 canciones que lo componen tienen tanto que ver con el momento actual como con el instante en el que Sex Museum nació, alrededor de 1985.

Pardo apunta que la "constante actividad" de los miembros de la banda, inmersos en otros proyectos como Los Coronas o Corizonas, no les ha dejado demasiado tiempo para reflexionar sobre el camino recorrido con suficiente "perspectiva" y ver que su trazado es una especie de "road movie" en la que todo lo que ha ocurrido ha tenido sentido.

Ahora, han decidido abrir una puerta y observar con calma quiénes eran, un redescubrimiento que ha tenido como resultado 11 potentes cortes, al más puro estilo Sex Museum, en las que esta vez ha tenido mucho peso el enfoque de Marta, la teclista de la banda y también esposa de Fernando Pardo.

Según cuenta, ella es quien ha marcado los tiempos y el ritmo. "Cuando pasa mucho tiempo te das cuenta de que una cosa es tener las ideas y otra es conseguir mover la máquina. Marta ha llevado su visión y su energía", cuenta Pardo.

Más que un grupo, Sex Museum se ha convertido en una gran familia en la que conviven dos hermanos --Miguel y el propio Fernando Pardo-- y un matrimonio. Como en todos los hogares, ellos también han pensado en romper la banda y "cerrarlo todo" a causa de "diferencias personales", en las que entran en juego los "juegos eternos de dominio y sumisión, los celos y la inseguridad que late".

"Somos como una familia, que tiene su sentido funcionando de una forma convencional, pero que si la llevas a tu modo de trabajo acaba siendo disfuncional, con un padre travestido y una madre con un horario nocturno", bromea.

No obstante, confiesa que han optado por escoger la parte práctica de todo ello. "Todos han pasado por lo mismo. Mick Jagger y Keith Richards no se hablan, los Who tampoco se llevaban", añade.

"MUCHO CAMINO POR RECORRER"

Por mucho que se haya "tambaleado" la música española "la brecha" que abrió Sex Museum "continúa" y, en palabras de Pardo, "aún hay camino por recorrer". Además, ahora se toman las cosas "con filosofía": "Cuando has pasado dos veces por un punto, la tercera ya sabes en qué consiste".

Además, el guitarrista de la banda está convencido de que la vida que le queda a Sex Museum será más creativa y tendrá menos tensión. "Cuando empezamos, con 15 o 18 años, teníamos una energía particular y nos lo jugábamos todo a cara o cruz. Es complicado que nos volvamos a ver en situaciones así", cuenta.

La locura que va unida a la "hormonización" o el ánimo por destruirlo todo se apaga con el tiempo. Ahora, con cierta edad, admite que tienden a "relativizar más". "El sentido común se impone tanto que llega a ser la expansión de lo mediocre, el punto medio en el que todos están de acuerdo. Está lejos de esa chispa inicial del loco", explica.

Ese precisamente es el único vértigo que siente el grupo: "Ir a lo fácil". "La dictadura se convierte en una democracia acomodada. Ese es el miedo. Pero sabemos que cuando no se encuentra algo con un grupo, se ha de probar con otro y encontrar así la chispa", concluye.