MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
La vida de La Cuzzoni, vieja gloria arruinada descubierta por Händel, llega al Teatro Albéniz de Madrid en dos únicas funciones, el 5 y 6 de abril, bajo la dirección de Alfonso Romero. Esta producción operística de la Staatstheater Darmstadt (Alemania) en colaboración con la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), cuenta con música del compositor catalán Agustí Charles, libreto de Marc Rosich y dirección musical del maestro suizo Tobias Engeli.
'La Cuzzoni. Esperpento de una voz' narra la vida de esta artista, a quien Händel incorporó a la Royal Academy of Music. Su talento y su carácter la convirtieron en una diva legendaria. Su verdadera fama en Europa le llegó en 1727, cuando en el transcurso de una función en el King's Theatre de Londres, se peleó con Faustina Bordoni. El estilo de vida lujoso de Francesca Cuzzoni la endeudó hasta el punto de acabar en la cárcel en dos ocasiones.
Esta ópera contemporánea interpretada por el contratenor Gerson Luiz Sales (La Cuzzoni), la soprano Sonja Gerlach (La Cuzzoni joven) y el barítono Werner Volker (Charles Burney) acompañados por el Cuarteto Bretón, integrante de la ORCAM, pretende mostrar "una historia que emocione al público", según explicó hoy su autor, Agustí Charles, quien debuta en el género operístico con este trabajo que ha recibido ya el aplauso del público alemán. "Lo que más me interesa es que la música comunique al máximo con el mayor número de gente", apostilló.
El compositor señaló que su idea era mostrar los dos "mundos paralelos" (juventud y madurez) que envuelven al personaje central de la función "y que están superpuestos a través de usos de la voz y efectos tímbricos", matizó.
MÚSICA DIFÍCIL Y EXIGENTE
Para el director de escena madrileño Alfonso Romero, que inició sus pasos en el Teatro Real pero que trabaja asiduamente para la Staatstheater Darmstadt donde la próxima temporada dirigirá 'Don Carlo', la música de esta ópera es "difícil y exigente" y supuso un "reto". "He querido mostrar un espacio neutro, vacío, blanco pero fraccionado, como si se tratase de un espejo roto donde los personajes, vestidos de época, desarrollan la acción", explicó.
Romero añadió que ha creado un espacio (ideado por la escenógrafa Inna Wöllert) "relativamente minimalista tirando hacia el expresionismo" en el que lo importante son los cantantes, sobre los que ha trabajado especialmente "su parte actoral". Una de las cuestiones más complicadas para el elenco fue, según el director de escena, aprenderse el librero, que está en catalán, y que se ofrecerá en Madrid con sobretítulos en castellano.
Por su parte, el maestro Tobias Engeli, confesó haber quedado "seducido" por el libreto en cuanto lo leyó, por cierto, antes de tener la partitura. Cuando llegó a sus manos esta última, lo suyo fue "un flechazo a primera vista" hacia la que calificó de "música muy expresiva y emocional escrita con el corazón". Asimismo, Engeli resaltó el uso de la electrónica que ha diseñado Charles para el cuarteto de cuerda, que resulta "muy sutil y orgánica y produce el resultado de una orquesta sinfónica".
