BOSTON (ESTADOS UNIDOS), 7 Jun. (EP/Reuters) -
La lesión del alero del Boston Celtics Paul Pierce en la rodilla derecha mantiene en vilo a su club y al Los Ángeles Lakers, que ignoran si podrá participar en el segundo partido de la final de la NBA que se disputa mañana en el Banknorth Garden de Boston.
Pierce sufrió una lesión en la rodilla derecha, pero volvió a la cancha para liderar a los Celtics en la victoria (98-88) del primer partido de la serie -al mejor de siete encuentros- disputado el jueves pasado.
El alero de 30 años fue retirado en silla de ruedas al vestuario, pero volvió a los tres minutos realizando una brillante actuación que noqueó al equipo angelino y provocó el delirio de los aficionados del Banknorth Garden.
Mientras el alcance de su lesión sigue siendo una incógnita, los Lakers y su afición afrontan el segundo partido de la final con más glamour de la NBA con optimismo, porque temen menos a los Celtics sin su capitán. También está lesionado su compañero de equipo, el pívot Kendrik Perkins, que sufre un esguince en su tobillo izquierdo y es duda para el partido de mañana.
Mientras el entrenador de los Boston Celtics, Doc Rivers, no tiene claro si podrá contar con ellos, Pierce manifestó su deseo de estar mañana en la pista porque "la final de la NBA es algo con lo que se sueña toda la vida".
