MADRID/BARCELONA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Real Madrid y FC Barcelona disputan mañana (19:00 horas/La2) en el Palacio de Vistalegre un clásico con claro color local dado el magnífico inicio de campaña de los blancos y el más que discreto de los azulgrana, aunque, como suele ser habitual en este tipo de duelos, la situación ambos no tiene por qué ser decisiva, como demuestran las seis victorias ligueras consecutivas de los catalanes en cancha madrileña.
El equipo de Joan Plaza, en un histórico inicio de temporada, acumula nueve victorias, es el máximo anotador y el mejor defensor, por lo que sus inmaculados números le avalan ante los de Dusko Ivanovic, que esta temporada han tenido un inesperado comienzo gris en la ACB con más derrotas, cinco, que victorias, cuatro.
De esta forma, Vistalegre se vestirá de gala para recibir al máximo rival y el equipo madrileño debe volver a mostrar su mejor cara, la doméstica y no la europea, donde sólo ha logrado una victoria en las cuatro jornadas disputadas, ante un Barcelona que gana en la Euroliga, pero que está siendo muy irregular en la ACB.
Los viajes, el balón, el hecho de saber que son cuatro los equipos que se clasifican o el exceso de confianza son algunas de las excusas a las que podrían apelar los blancos, pero lo cierto es que Europa está siendo la gran asignatura pendiente cuando es realmente uno de los grandes objetivos de la temporada.
Ganar el título o al menos ser protagonista de la Copa ULEB y realizar unos buenos 'play-offs' y conseguir plaza en la próxima Euroliga son los retos del equipo esta campaña, y, por el momento está fallando en uno y sorprendiendo gratamente en otro.
La buena defensa --que brilló por su ausencia ante el Unics--, pero sobre la que cimentan sus victorias ligueras, volverá a ser clave mañana, así como la aportación el ataque de jugadores importantes como Bullock, Smith, Hervelle o Reyes.
La décima victoria es así el gran reto de un equipo que quiere dar la primera alegría de la semana a su afición y secundarla el martes en Europa ante el Deixa Mons antes de visitar la cancha del Gran Canaria Grupo Dunas, su compañero de viaje en la ULEB.
EL BARCELONA, CON LA DUDA DE KASUN Y OBLIGADO A REACCIONAR EN LA ACB
El Winterthur FC Barcelona, por su parte, presenta la otra cara de la moneda. Irregular en la ACB, se muestra intratable en la Euroliga, en la que este jueves se impuso al Fenerbahce Ulker de Estambul turco (84-70) y suma cinco victorias de cinco posibles en la primera fase.
El equipo de Ivanovic se mantiene como uno de los dos únicos equipos invictos en la máxima competición europea, junto al Panathinaikos, pero está obligado a reaccionar en la ACB, tras su inesperado tropiezo de la pasada jornada ante el Bruesa GBC (65-67).
El partido puede haber supuesto un punto de inflexión en la trayectoria del Barcelona, sobre todo por la respuesta de la afición, aunque logró reconciliarse con su público gracias a la victoria ante el Fenerbahce, al que sentenció en el último cuarto.
No fue, sin embargo, un partido completo por parte del Barcelona, que por momentos, sobre todo en el tercer cuarto, recordó al que había defraudado ante el Bruesa, aunque acabó acertado, en buena parte gracias a su actuación en defensa, como reclamaba Ivanovic.
Ahora, quiere trasladar la reacción a la ACB. Para el clásico, además, podría recuperar al pívot Mario Kasun, baja en el partido de la Euroliga por una lesión en la cadera. El jugador ha mejorado de sus molestias, aunque su participación se mantiene en duda.
SEIS VICTORIAS CONSECUTIVAS DEL BARCELONA EN FEUDO MADRIDISTA
En todo caso, el Barcelona llega a Madrid dispuesto a romper la racha de su rival y a prolongar su buena estadística en feudo madridista, donde acumula seis victorias consecutivas. Los blancos no vencen como locales a los azulgrana en la Liga desde el 27 de octubre de 2001.
Para el Madrid, el duelo con el Barcelona le da la oportunidad de lograr su segundo balance 10-0 en la ACB en 19 años. En el último precedente acabó proclamándose campeón. Una derrota situaría al Barcelona en situación muy delicada.
En caso de perder en Madrid, el equipo catalán quedaría con un balance 4-6 que nunca nadie ha logrado a remontar a estas alturas para acabar líder. Es más, en semejante situación sólo seis equipos lograron llegar a los 'play-offs' en el actual formato de la ACB.
