PRAGA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El pívot argentino del Tau Cerámica, Luis Scola, mostró hoy su deseo de que éste sea el año de su equipo y puedan alzarse con el título de la Euroliga, del que los baskonistas se quedaron a las puertas el pasado año en Moscú al caer en la final ante el Maccabi, su rival de mañana en la semifinal.
"Estoy feliz de regresar a la 'Final Four'. Estar aquí por segunda vez es algo grande para nuestro equipo. Vitoria es una ciudad pequeña, pero el Tau ha crecido año tras año hasta hacerse un gran equipo. El año pasado, lamentablemente, sólo pudimos terminar segundos, pero espero que lo podamos, que éste pueda ser nuestro año ganando el campeonato europeo", señaló.
No obstante, a renglón seguido el pívot baskonista apeló a la prudencia, señalando que "quedan 40 minutos que jugar con el Maccabi por delante y un trabajo difícil antes de llegar a la final". "Es un poco peligroso pensar en la final cuando no hemos comenzado aún a jugar la semifinal", subrayó Scola, que aseguró que de superar al Maccabi no le importa con "qué rival" luchará por el título. "Quiero jugar y ganarlo, pero contra quién no importa", apuntó.
Scola aseguró que el Maccabi le merece "todo el respeto porque son los campeones de la competición". "Se ganaron el respeto a pulso y así hay que afrontar el partido de mañana". No obstante, tiene claro que "eso no significa, ni que sean mejores, ni que sean favoritos ni que sean imbatibles". "Hay que respetarles, pero como seguramente ellos nos van a respetar a nosotros".
Cuestionado por las diferencias entre Velimir Perasovic y Dusko Ivanovic, los dos entrenadores que han llevado al Tau hasta la 'Final Four', el jugador hispano-argentino señaló que lo que les une es que "ambos tienen una mentalidad ganadora que han trasmitido a sus jugadores". "Ambos han sido muy importantes para nosotros, y esta es una razón para que estemos de vuelta aquí por segunda vez", concluyó.
