MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Portland San Antonio y el Balonmano Valladolid se impusieron al MSK SIRS Povazska Bystrica por 42-25 y al Brest HC Meshkov por 27-34, respectivamente, en los partidos correspondientes a la tercera jornada de la Liga de Campeones, y con la que el balonmano español consiguió firmar el tercer pleno de éxitos en una nueva edición de la máxima competición continental.
Los pamploneses no tuvieron ninguna dificultad en imponerse a un conjunto eslovaco, debutante en la competición, que nada pudo hacer ante la mayor calidad de los locales. Desde el primer minuto no dieron ninguna opción a sus rivales, imprimiendo un juego rápido que les permitió conseguir un parcial de 8-1 en los primeros diez minutos.
El encuentro fue un auténtico paseo para el conjunto que dirige 'Zupo' Equisoain, que en muchos momentos del partido se dedicó a dar espectáculo a su público, con una gran actuación del central Carlos Ruesga, sabedor de que la victoria caería de su lado con absoluta seguridad.
Esta es la tercera victoria del equipo antoniano, actual líder del grupo A y que en la próxima jornada, que se disputará el próximo fin de semana, se verá las caras en el Pabellón Universitario de Navarra con el RK "Bosna" Sarajevo, tercer clasificado del grupo.
Por su parte, el Balonmano Ciudad Real consiguió una nueva victoria en su visita a la cancha del Brest HC Meshkov, por un contundente 27-34, merced a una buena actuación de Rutenka y Pajovic, especialmente de este último que estuvo especialmente inspirado, lo que permite al conjunto castellano manchego ocupar la primera posición del grupo B, al ser el único equipo que permanece invicto.
El actual campeón de Europa no tuvo piedad de un equipo bielorruso que apenas puso en dificultad al conjunto que dirige Raúl González, salvo en los primeros compases del encuentro donde la intensidad defensiva del Ciudad Real fue insuficiente. Sin embargo, en cuanto los manchegos comenzaron a practicar su juego consiguieron poner tierra de por medio, y marcharse al descanso con diez goles de ventaja (10-20).
La segunda parte sirvió para que el técnico manchego rotara a sus jugadores que se dedicaron a administrar su ventaja. En los últimos minutos de partido la relajación permitió al conjunto bielorruso acercarse en el marcador aunque en ningún caso la victoria corrió peligro.
