La Camperona, Les Praeres y Lagos, un tríptico para aclarar la lucha por el maillot rojo

Chris Froome asciende los Lagos de Covadonga
GRAHAM WATSON - Archivo
Actualizado: martes, 4 septiembre 2018 11:05

MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

La segunda semana de la Vuelta Ciclista a España estará marcada sin lugar a dudas por el tríptico de exigentes finales en alto que tendrán que afrontar los favoritos para decidir quien llega bien colocado a los días decisivos para pelear por vestir el maillot rojo en Madrid.

Tras el primer día de descanso, el pelotón afrontará seis días de ronda donde la emoción parece que se concentrará en el viernes, el sábado y el domingo, en las carreteras castellano-leonesas y asturianas y tres llegadas consecutivas en alto en La Camperona, Les Praeres y los míticos Lagos de Covadonga.

Pero hasta que esa alta montaña aparezca, los corredores lidiarán con etapas de perfil irregular y donde puede haber más castigo para las piernas. De inicio, este martes tendrán un perfil llano entre Salamanca y Fermoselle, pero el miércoles tendrán que superar cuatro puertos (tres de Tercera y uno de Segunda) en el recorrido entre Mombuey y Ribeira Sacra-Luintra, el más largo (207,8 kms) de este año. El jueves, más desgaste en los más de 180 kilómetros entre Mondoñedo y Faro de Estaca.

Todos los favoritos intentarán llegar los más frescos posibles para el fin de semana, que se abrirá el viernes con el final en La Camperona, un puerto de 8,3 kilómetros y muy duro en su final con rampas del 19, del 15 y del 11 por ciento. Además, antes habrá que subir el Puerto de Tarna de primera categoría.

El sábado será más duro con cuatro puertos (dos de Primera, uno de Segunda y otro de Tercera) antes de subir Les Praeres, un 'muro' asturiano que es una de las novedades de este año que cuenta con un desnivel medio del 12,5 en sus 4 kilómetros y uno máximo del 17 por ciento.

Finalmente, la Vuelta retorna a uno de sus lugares más emblemáticos, los Lagos de Covadonga, que pondrá fin a esta segunda semana. Con un desnivel acumulado por encima de los 4.000 metros, la cima asturiana, de categoría Especial, examinará en sus míticas rampas del 7,2 por ciento de media a los candidatos a la victoria final, que antes tendrán que superar en dos ocasiones el Mirador del Fito, de Primera.