MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El líder del Tour de Francia, Vincenzo Nibali (Astana), dejó claro que no tiene miedo a lo que pueda ocurrir tras los Alpes y explicó que "pase lo que pase (...) queda mucho todavía", además de asegurar que sus rivales intentarán atacarle este viernes.
"Ha sido una etapa llana bastante tradicional al más puro estilo francés: aquí siempre es muy difícil con las curvas, las subidas y las bajadas. Y al final, un sprint. Mañana será otra historia. No he podido realizar un reconocimiento de las ascensiones en los Alpes. Me preocupa más la segunda etapa que la primera, pero mañana todo el mundo tendrá energía", dijo.
"Pero la segunda va a requerir un mayor esfuerzo. Vamos a controlar la carrera con el equipo, pero no será fácil. Estoy convencido de que mis rivales intentarán atacar. Por otra parte, si quiero arañar algunos segundos, tendré que ir a por todas", explicó.
"Se pueden producir ataques de lejos. Pase lo que pase, queda mucho Tour. Tendré que evaluar la fuerza de mis adversarios y tengo que examinar todas las situaciones de la carrera. No estoy inquieto porque sé que contaré con el apoyo de Jakob Fuglsang, Tanel Kangert y Michele Scarponi", avisó.
Por último, el italiano fue preguntado por su estado físico y se mostró satisfecho. "Estoy contento con mi peso. No ha sido fácil conseguirlo. Mi médico me sigue de cerca. Cuando subo a la balanza me dice 'Vincenzo, tienes que trabajar'. Y eso hago. He logrado el mismo peso que tenía cuando logré mis victorias en la Vuelta y el Giro: 64 kilos", finalizó.
