MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ciclista suizo Fabian Cancellara (Trek) y el eslovaco Peter Sagan (Cannondale) partirán en la primera línea de favoritos para imponerse en la Vuelta a Flandes, tercera gran 'clásica' de la temporada del circuito World Tour.
La 98 edición de esta carrera, con salida en Brujas y llegada a Oudenaarde tras 259,1 durísimos kilómetros, donde el pavé y los 'muros' son, como es habitual, los grandes obstáculos con los que deberán lidiar los aspirantes a coronarse en una de las pruebas de un día de mayor prestigio y tradición.
La semana pasada tres citas de características similares dejaron entrever quienes pueden ser los rivales a vigilar. Así, los corredores pudieron afinar su puesta a punto en A través de Flandes, el GP E3 Harebelke y la Gante-Wevelgem, donde destacaron por encima de todos Sagan y el holandés Nick Terpstra (Omega Pharma-Quick Step), ganador de la segunda y la primera cita respectivamente, y con el eslovaco también tercero en la del pasado domingo.
El corredor del Cannondale busca un triunfo de gran prestigio en las 'clásicas' primaverales, aunque en su haber está la Gante-Wevelgem de 2013, y querrá desquitarse de lo sucedido el año pasado cuando no pudo con 'Espartaco' Cancellara, que se deshizo de él en el Paterberg.
El suizo, que puede tener la ayuda de Stijn Devolver, ganador en 2008 y 2009, será el otro ciclista con vitola de gran favorito y que busca lograr el 'hat-trick' de triunfos tras haberse impuesto también en la edición de 2010.
Este dúo deberá vigilar sobre todo a los ciclistas belgas y holandeses, y fundamentalmente, el Omega Pharma-Quick Step, que tiene otro pareja de nivel como el belga Tom Boonen, triple campeón (2012, 2005 y 2006) y el mencionado Terpstra.
Por su parte, no estarán los mejores ciclistas españoles de este tipo de pruebas, al no estar ni Alejandro Valverde (Movistar Team) ni Joaquim Rodríguez (Katusha), aunque sí estará presente la formación del murciano, con el costarricense Andrey Amador como mejor baza.
El pelotón tendrá que afrontar un duro recorrido, con un total de 17 subidas, donde destacan las dos últimas, el Oude Kwaremont y el Paterberg, que suelen ser tan claves, como el evitar caídas en el primer tramo de la prueba, cuando más nerviosismo y más aglomeraciones se producen.
