Valverde refuerza su moral batiendo a Bettini y a Rebellin

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Actualizado: sábado, 2 agosto 2008 20:31

   SAN SEBASTIÁN, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El ciclista español Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) se hizo con la victoria en la clásica de San Sebastián 2008 tras imponerse al sprint al ruso Alexander Kolobnev (CSC) y al italiano Davide Rebellin (Gerolsteiner) después de completar los 239 kilómetros del renovado recorrido de la prueba vasca.

   Un ensayo de lo que se vivirá en la carrera de los Juegos Olímpicos que se disputará el próximo 9 de agosto en Beijing. Así se puede definir una clásica de San Sebastián en la que los favoritos para el oro fueron los protagonistas de la carrera, que sirvió para la vuelta al pelotón del remozado Scott-American Beef, y en la que el murciano Valverde se impuso al campeón olímpico en Atenas 2004, y uno de los favoritos para la cita china, Paolo Bettini (Quick Step), que terminó cuarto.

   La novedad del alto de Arkale, situado a dieciséis kilómetros de meta y que ampliaba el trazado de la clásica hasta los 239, hizo que la carrera no siguiese el guión de los últimos años, en el que la subida al alto de Jaizkibel definía el devenir de la carrera.

   Sin embargo los ciclistas no esperaron a las dificultades montañosas y la clásica vasca quedó rota desde el principio. Así, a los veinte hombres que intentaron marcharse en solitario en el kilómetro 30 se unieron otros tantos para conformar un grupo de casi cincuenta ciclistas al que pudo llegar más tarde Valverde junto a su compañero Vladimir Karpets y con el luxemburgués Andy Schleck (CSC).

   La diferencia creció paulatinamente hasta superar la decena de minutos y los escapados llegaron al alto de Jaizkibel, situado a 40 kilómetros de la meta, con la certeza de que serían ellos los que se jugarían la victoria final. En las rampas del alto de primera categoría, un ataque del ruso Kolobnev fue el único movimiento mientras los favoritos se vigilaban, por lo que la subida no resultó decisiva como en otras ocasiones.

   Pero si en Jaizkibel ningún favorito lo intentó, la novedad del alto de Arkale, más de dos kilómetros y medio al 6,3 por ciento de desnivel, no defraudó. Primero lo probó Bettini y después fue Valverde el que se llevó a rueda a Davide Rebellin en una sucesión de ataques espectacular en la que se midieron los señalados para el oro olímpico.

   El asturiano Samuel Sánchez (Euskaltel) continuó con los demarrajes y comandó la bajada seguido por Valverde, los dos italianos y el francés David Moncoutie (Cofidis), que se unió a un grupo en el que tanto Rebellin, en 1997, como Bettini, en 2003, ya habían saboreado la victoria en la prueba vasca.

   Los escasos diez segundos de ventaja del quinteto no fueron suficientes y los perseguidores neutralizaron a los escapados cuando quedaban cuatro kilómetros para la meta, circunstancia que aprovecharon el ruso Denis Menchov (Rabobank) y el ucraniano Yaroslav Popovych (Silence Lotto) para buscar, sin éxito, sus opciones.

   El francés Moncoutie, consciente de sus escasas oportunidades en la llegada en grupo, jugó su opción en el último kilómetro, pero Valverde, en un sprint muy largo, llegó por detrás para demostrar una vez más su punta de velocidad y reafirmarse como candidato a la medalla olímpica a falta de una semana de la carrera de Beijing.

   Con su magistral sprint, el campeón de España sucede en el palmarés de la prueba al italiano Bertagnolli y recupera el triunfo para el ciclismo español después de las victorias de Xavier Florencio en 2006, Constantino Zaballa en 2005 y Miguel Ángel Martín Perdiguero en 2004.

   "Era difícil pero he podido ganar", dijo Valverde después de agradecer a su equipo el trabajo realizado. "El Tour me ha dejado un punto muy bueno de forma por lo que tengo muchas esperanzas para la medallla", aseguró el murciano, conciente de que su victoria a falta de una semana para los Juegos le convierte en una de las ruedas a vigilar para la cita china.