MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Este viernes 25 de septiembre se cumplen 15 años del primer título mundial conquistado por Fernando Alonso en la Fórmula 1. Repasamos aquel hito inédito en el deporte español de un piloto incansable que ahora mismo está preparando su vuelta a la competición, precisamente con Renault.
LA EDAD DORADA DEL DEPORTE ESPAÑOL: La primera década del siglo XXI fue gloriosa en lo deportivo para España, que derribó todas las barreras que tenía pendientes, algunas soñadas durante décadas. Emerge Rafa Nadal, las selecciones de fútbol y baloncesto se proclaman campeonas del mundo, Pau Gasol gana el anillo de la NBA, en el Tour de Francia ondea la bandera rojigualda varios años seguidos... Y Fernando Alonso toca el cielo en la F1.
DERRIBAR A UN KAISER: Michael Schumacher ganó el último de sus siete títulos mundiales en 2004. Podía haber ganado alguno más, pero en su camino se interpuso un joven asturiano que venían rompiendo récords de precocidad y que no se arrugó ante el mito alemán, al que dobló el brazo en varios duelos al límite. Tras lograr su primera victoria en 2003 y acabar cuarto en el Mundial 2004, Alonso estaba preparado para asaltar el trono en 2005.
UN CAMPEÓN TAN JOVEN COMO SÓLIDO: Tras su tercer puesto inicial en Australia, Alonso encadenó tres victorias seguidas en Malasia, Baréin y San Marino que dispararon sus opciones de título. Se tuvo que conformar con el segundo puesto en Montmeló y se bajó del podio en Montecarlo, pero volvió a vencer en Nürburgring para consolidar su candidatura. Llegó entonces su único bache de la temporada en Norteamérica, ya que se marchó sin puntos de Canadá y Estados Unidos, pero se rehizo con fuerza sumando dos victorias y un segundo puesto en Francia, Gran Bretaña y Alemania. Tras un undécimo puesto en Hungría, puso el piloto automático con tres segundos puestos seguidos en Turquía, Italia y Bélgica. A falta de tres carreras, tenía el título en el bolsillo.
INTERLAGOS, FIN DE LA ESPERA: Alonso llegó a la decimoséptima cita del Mundial con su primer 'match ball'. El sábado cumplió con creces al lograr la 'pole' por delante de Juan Pablo Montoya y Giancarlo Fisichella, pero el domingo apareció la lluvia provocando una carrera caótica. McLaren hizo doblete con Montoya y Kimi Raikkonen, pero poco le importó al español, que tuvo temple para cerrar el podio y convertirse en el campeón más joven de la historia en aquel momento. Para la historia quedó su icónico grito de euforia, de pie encima de su Renault y despeinado por el sudor y la tensión. Había tocado el cielo.
